Los agentes detuvieron al hombre que venían siguiendo desde Lopera.
Testigos directos afirman que "ha sido algo surrealista, como de
película"
RAFAEL CASTRO 13/02/2014
Esta noticia pertenece a la edición en papel de Diario Córdoba.
Efectivos del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de
la comandancia de la Guardia Civil de Jaén detuvieron a las 16.00
horas de ayer, junto a las aceñas de Villa del Río, a un hombre al que
venían siguiendo desde la vecina localidad de Lopera (Jaén) en una
actuación contra el tráfico de sustancias estupefacientes.
Durante la intervención, el ahora detenido, de nacionalidad marroquí,
llamado Nayim y que recientemente había salido de la cárcel, atropelló
en su intento de huir a uno de los agentes, que resultó herido. Como
respuesta a este atropello, los guardias civiles efectuaron varios
disparos sobre el vehículo del delincuente, que hace unos años
regentaba a medias con otro vecino un pub conocido como Puzzle . En el
forcejeo que dio lugar a la detención del autor del atropello este
resultó herido leve, pero no a consecuencia de los disparos, en espera
de conocer el parte médico definitivo. La unidad de la Policía
Judicial de la comandancia de la Guardia Civil de Córdoba se ha hecho
cargo de la investigación para intentar esclarecer los hechos en una
investigación que continúa abierta.
Testigos directos del suceso, los hermanos Antonio y Francisco Cerezo,
que tienen un taller mecánico junto al lugar de los hechos,
manifestaron a este periódico que "se vivieron momentos de tensión,
incertidumbre" y que "fue algo surrealista, como de película; y nos
cogió de sorpresa", afectando la situación también a una mujer a la
que tuvieron que socorrer. Según narraron, "los guardias civiles
vestidos de paisano perseguían al delincuente", que viajaba en un
Peugeot 508, color gris ceniza, y a la altura de su taller se cruzaron
diversos disparos. Entraron a la localidad por la calle Pescadería
hasta la calle Río, en dirección prohibida, donde chocaron con un
Renault Megane que estaba aparcado y fue detenido junto a las aceñas
del río Guadalquivir.
Los disparos se oyeron en todo el pueblo, alertando a los vecinos,
muchos de los cuales acudieron al lugar de los hechos, donde aún se
encontraba el vehículo del detenido con cristales y chapas perforados
por los disparos.