jueves, 24 de octubre de 2013

La mirada de Beppo, la fotógrafa del flamenco en Córdoba



CORDÓPOLIS | 21 de octubre de 2013 

Imágenes integradas 1
Orive acoge una muestra de la colección de la artista que abarca de 1928 a 1975

El teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba, Juan Miguel Moreno Calderón, ha inaugurado hoy en el Palacio de Orive la exposición 'Beppo y el flamenco', que cuenta con un total de 98 fotografías de casi 40 años del siglo pasado. Se trata de una de las actividades paralelas a la celebración del Concurso Nacional de Arte Flamenco, que tendrá lugar entre el 10 y el 30 del próximo mes de noviembre. La obra que se expone pertenece a la colección fotográfica que la artista Beppo fue compilando a lo largo de los años 1928 a 1975.

La colección, compuesta por 98 fotografías de temática flamenca (de las cuales nueve son de la propia artista), fue donada al Ayuntamiento de Córdoba por su propietario, Antonio Lara Quero. Las fotos abarcan, pues, casi cuarenta años del siglo pasado e incluyen obras de los fotógrafos estadounidenses Edward Weston y Man Ray y de estudios franceses como Hran, D´Ora, photo Grüm, Photo Mayor, Rotofoto, Manuel Fréres´Hrand o los españoles Campúa, Gyenes, Cosert, Peñalosa y Carrera (los más importantes de Madrid y Barcelona).

Los personajes retratados son bailaores de la fama de Vicente Escudero, Juana la Macarrona, La Argentina, La Joselito, Encarnación López 'La Argentinita', Manolo Vargas y Marienma, entre otros muchos. También cantaores como Juanito Valderrama, La Niña de los Peines, Pepe de la Matrona o Pepe Pinto. Y los guitarristas Niño Ricardo, Niño Micendo, Eduardo Herrera y Sabas, entre otros.

Beppo, cuyo verdadero nombre era Freda Clarence Lamb, había nacido en Londres en 1899. Después de disfrutar del París de los años 20 y de aficionarse al flamenco, se estableció en Sevilla, donde se une sentimentalmente al guitarrista Sabas Gómez Marín. Desde entonces, su afición por el flamenco no dejó de acrecentarse, continuando en Madrid hasta el fin de sus días, en 1989.

Moreno Calderón ha destacado que "se trata de una buena ocasión de acercarse al mundo de una mujer fascinante como Beppo y de sentir su enorme pasión por el flamenco".