Por Florencio RODRIGUEZ 25/01/2014
Esta noticia pertenece a la edición en papel de Diario Córdoba.
Antonio García Laguna fue canónigo por oposición de la Catedral de Córdoba en 1947 y prefecto de ceremonias hasta su fallecimiento, ocurrido en 1995. Este año se cumple el centenario del nacimiento de este sacerdote de Villa del Río conocido y reconocido en Córdoba por sus actividades religiosas y por su participación en organizaciones sociales. Ejerció su ministerio en Hinojosa, en la comarca de La Serena, en Palenciana y en las iglesias de San Nicolás y del Juramento, de la que fue capellán. Estuvo vinculado a la cofradía de la Esperanza y forjó una buena amistad con el imaginero Juan Martínez Cerrillo. Un repaso a la Cordobapedia lo sitúa como asesor religioso de la Sección Femenina, de la Delegación de Ciegos y de la fábrica Cenemesa. Fue un gran orador y aprovechó su preparación para traspasar las fronteras del ámbito religioso e introducirse en el mundo de las peñas cordobesas, en especial las localizadas en el entorno de San Lorenzo. Mantuvo vínculos con la Sociedad de Plateros.
Fue amigo de Manolete ; asistió vestido de cura al multitudinario funeral del torero-- y cuando se le presentaba la ocasión se anunciaba de conferenciante en la peña Los amigos de Manolete para hablar del matador o para elogiar el mundo de los toros. En 1951 participó en un ciclo taurino y bajo el título Los toros y la moral defendió el valor histórico y cultural de la tauromaquia frente a los enemigos de la fiesta.