viernes, 16 de enero de 2009

La primera vista por el ruido de una discoteca se celebrará en marzo

La primera vista por el ruido de una discoteca se celebrará en marzo

Los responsables del local, una madre y su hijo, se enfrentan a cuatro años de internamiento
Á. R. | Actualizado 16.01.2009 EL DIA DE CORDOBA


La lucha iniciada hace unos años por una vecina de Villa del Río contra una discoteca de esta localidad a causa del ruido ocasionado ha recibido el respaldo de la Fiscalía Provincial de Córdoba, que el próximo 11 de marzo sentará en el banquillo de los acusados a los responsables del local por un presunto delito contra el medio ambiente. M. D. M., la propietaria del negocio, y su hijo F. V. D., el encargado de regentar el establecimiento, se enfrentan a penas que suman cuatro años de prisión. La acusación particular eleva la petición de cárcel hasta los ocho años.

Los hechos se remontan a 2002, cuando el establecimiento abrió sus puertas para el disfrute nocturno en la avenida de Andalucía de la localidad villarrense. Según expone el Ministerio Público en su informe provisional de acusación, desde el inicio de la actividad la discoteca "carecía de una adecuada insonorización". Ante las numerosas quejas de los vecinos, el Servicio de Arquitectura y Urbanismo de la Diputación realizó una inspección y la medición de ruidos certificó las molestias: el nivel de emisión era de 78 decibelios, superándose los máximos diurnos en 35 puntos y los nocturnos, en 33.

El escrito provisional de acusación del Ministerio Público expone cómo los responsables de la discoteca de Villa del Río se negaron a insonorizar el local a pesar de que los peritos hicieron mediciones hasta en tres ocasiones diferentes. La última vez fue el 11 de noviembre de 2004 y el examen se realizó a cargo del Ayuntamiento debido a las "múltiples denuncias" que los vecinos habían presentado en el Consistorio. Los resultados del análisis fueron, de nuevo, contundentes: "El establecimiento no se encontraba adecuadamente insonorizado", expone el fiscal en su informe de acusación.

El test motivó el cierre de la discoteca, que reanudó su actividad meses más tarde "sin haber subsanado las deficiencias de insonorización, por lo que provocó emisiones de ruidos notoriamente superiores a los máximos admitidos legal y reglamentariamente". En concreto, los días 6 y 7 de noviembre, entre las 23:00 y las 02:00, los técnicos corroboraron que la emisión de ruidos se situaba en 54 decibelios, muy por encima de los 30 permitidos por la legislación. Un perito experto medidor certificó en aquel momento la existencia de "aflicción sonora", ya que a causa de su intensidad el ruido era susceptible de "causar grave perjuicio para las personas". La querella es un hecho inédito en los tribunales cordobeses y está previsto que se resuelva el 11 de marzo en el Juzgado de lo Penal número 3.