Por aquellos días las grises nubes que anunciaban el final del verano tenían en vilo a todo el pueblo, que ilusionado no deseaba que ninguna nube por ese día cruzara el cielo del pueblo. De corrillo en corrillo no se hablaba de otra cosa; de las guirnaldas tan preciosas que el ayuntamiento había colocado en las calles próxima al nuevo teatro, de las cientos de tiras de banderitas de muchos colores que cruzaban las calles del pueblo, de balcón a balcón, de ventana a ventana. Por fín, después de casi treinta años aquel pueblo que descansaba felizmente a la orilla del gran meandro del río, se ponía en pie para prepararse, festejar la apertura del reconstruido y nuevo teatro.
En un tiempo, lejano para varias generaciones, aquella villa tuvo varios teatros y cines de verano, era un tiempo en el que el ocio se buscaba fuera de las casas, un tiempo en el que la televisión no hacía daño a la buena educación y hasta el cura que había llegado nuevo a la localidad animaba y promovía las artes sobre los escenarios. Pero un día muchos ciudadanos dejaron de ir al cine y al teatro, se quedaban en sus casas, las compañías dejaron de venir al pueblo y los teatro ya no eran rentables, casi todos se vendieron y se transformaron en otro tipo de negocios; eran tiempos de cambios por el cambio; las costumbres de antes se tacharon de rancias, algunas se vincularon con
el régimen político anterior y ser artista no era nada atractivo.
Aquel pueblo supo salir de esa crisis, de esa falta de espacios donde ir al cine o al teatro, resurje la actividad cultural, pero ya era tarde, el único teatro que quedaba en pie se hunde por la falta de una acción rápida de restauración; las esperanzas también se hundieron con aquel tejado enorme que se vino abajo por las lluvias y la dejadez.
Los largos años de espera, de negociaciones de las autoridades se vieron empujadas con la insesante aparición de artista de nacían de entre las ruinas de aquel teatro cerrado año tras año. "El pueblo con más artistas por metro cuadrado" ... y sin teatro.
Se entendía entonces la alegría de aquel pueblo ante la inauguración del nuevo teatro. La prensa dedicaba su portada principal a este hecho, la radio no hablaba de otra cosa, personas de todas las edades pasaron por aquella emisora para contar anécdotas del antiguo teatro, el arquitecto, colectivos y artistas se felicitaban por tan importante noticia; todo era una gran fiesta. No había conversación de bar que no hicieran referencia a los detalles del teatro, pues días antes se abrieron las puertas de este templo para el arte y que todos lo vecinos pudieran visitar la nuevas instalaciones. En las escuelas se preparaban concursos de dibujo sobre las artes escénicas y los maestros explicaban a pequeños y jóvenes lo que era un teatro; pues el tiempo que estubo cerrado fue tanto, que varias generaciones no conocían el pueblo con un edificio así; siempre se disfruto de los espectáculos, pero en la calle o en improvisados escenarios de fin de curso.
El día de su inauguración no lo olvidaré nunca, vinieron todos los que habían sido concejales de cultura del pueblo, alcaldes de la comarca, y hasta el presidente de la Junta. Se organizó una pequeña cabalgata en la que participaron muchas asociaciones y todas las bandas de música del pueblo; pusieron hasta un mercadillo medieval (no recuerdo muy bien con que objeto), lo cierto es que vinieron de otros pueblos a compartir con nosotros la alegría de aquel día tan importante.
Ya en la pequeña placita a pie del teatro, no cabía un alfiler y por la megofónía que se instaló en toda la calle, se fueron escuchando testimonios y las felicitaciones de artistas muy famosos que habían enviado mensajes de salutación para el pueblo; en persona estuvieron presentes directores importantes como el de la compañía de Andalucía y el director del Ballet Nacional, y yo que se, mucha gente. El sol hizo su aparición en aquella plaza de la esperanza conseguida y recuperada, y hasta el cura echó su agua bendita y habló, si, aquel cura que en los tiempos difíciles no dejó de hacer con sus colaboradores teatro y abrió las puertas de la Iglesia para la realización de actos culturale,s ante la falta durante tantos años del esperado teatro.
Pero sin duda lo que fue más aplaudido, y ahora no recuerdo que político o persona lo dijo, y es que alguien tomo la palabra y dijo algo asi como " perdón por que siendo este el primer pueblo de la provincia, hayáis sido los últimos en tener vuestro teatro, perdón por tanto tiempo de espera; ahora ya es vuestro, no dejéis que se hunda de nuevo, ya no es la calle la que os sostiene, ahora es este templo vuestra casa, disfrutarlo¡¡"
Ya en el interior, aquellas personas que vinieron de fuera invitados y los representantes de grupos y asociaciones de todo el pueblo, asistieron a la actuación por primera vez de una importante y gran Orquesta Sinfónica que bautizó las tablas de aquel bello y moderno teatro.
Los días siguientes actuaron muchos artistas del pueblo y grupos de teatro venidos también de los pueblos vecinos que actuaron desinteresadamente. Recuerdo que los comercios regalaban entradas y algunas se sorteaban por la radio, donde la gente llamaba y expresaba su parecer sobre la actuación que habían visto el día anterior. El ayuntamiento compró un tablón de anuncios, de esos electrónicos donde se iba anunciando las actividades que había ese día en el teatro.. no se, aquello fue a mediados de septiembre y hasta bien pasada la navidad era incesante la de artistas que pasaron por alli. Mucha gente dejó de prestarle atención " a la caja tonta" y preferían ver aquellas obras de teatro y espectáculos en vivo y en directo; hubo hasta jóvenes que se dieron su primer beso en aquel teatro. Comenzaban aquellas paredes a ser testigos de una nueva historia, de un pueblo que recuperaba lo perdido y contaba la vida con historias de escenario.
(alvaro h)
