Si un acto cultural se rige solo por criterios de mercado no merece
ningún tipo de subvención pública. Otra cuestión a resaltar es la
falta de transparencia, que resulta evidente; la mayoría de festivales
reciben algún tipo de subvención, pero apenas ofrecen contrapartidas
ni datos sobre su funcionamiento. Incluso se desconocen los ingresos
por patrocinios
La mayoría de los eventos, conciertos y festivales que vemos por
nuestro alrededor, padecen desconexión de los circuitos musicales.Lo
que mucha gente no entiende es que hay festivales que no venden música
al público, sino público a las marcas y a la hora de valorar los
eventos, se suele hablar de su éxito económico, nunca del resultado
cultural.
Consideramos un fracaso que después de varias ediciones de diferentes
eventos, conciertos y festivales realizados en otros tantos pueblos de
la Comarca del Alto Guadalquivir, no se haya creado una escena
destacable en la zona y apenas hayan salido un par de artistas con muy
modesto impacto fuera de "nuestras fronteras"
Saetón Fest parte de la idea de impulsar la escena comarcal, y no para
consolar ni maquillar la falta de un tejido cultural vigoroso. Hemos
sido garantes de la diversidad cultural, alejándonos de la
homogeneización y estamos orgullos@s de haber contribuido a fomentar
la cultura musical en la comarca del Alto Guadalquivir de Córdoba,
generando un espacio de diálogo entre la cultura comarcal y global,
con diferentes manifestaciones artísticas, rompiendo la tradición
clasista a que nos tienen acostumbrados los festivales, conciertos y
eventos varios que se organizan por la zona, y por supuesto, de acceso
gratuito.
¿De qué nos sirve tener un buen número de grupos y bandas comarcales
si siguen siendo considerados de segunda fila? Hay una indudable falta
de sensibilidad por parte de muchos responsables públicos, demasiado
pendientes de intereses especulativos, económicos y políticos, sin
escuchar ni encajar cuestionamientos, pues no son propensos al
dialogo; priorizando lo que consideran un éxito personal de cara a la
proyección de sus intereses privados en y para su territorio,
intentando cimentar su prestigio y monopolizando la agenda cultural
-quien paga manda- convirtiendo sus pueblos y por extensión la comarca
en un páramo para los agentes culturales. Hay que obligarles a tomar
en serio sus responsabilidades culturales.
Aso Cultural SAETON FEST del Alto Guadalquivir.
