Las continuas avalanchas de agua procedentes del arroyo Cañetejo
cuando llueve traen de cabeza a un grupo de empresarios del polígono
Lanzarino de Villa del Río --ubicado a escasos metros de la autovía de
Andalucía--, que han visto con impotencia cómo durante las pasadas
lluvias sus instalaciones se han visto completamente inundadas de
lodo. La última riada les sobrevino durante la fuerte tromba del
lunes, 16 de agosto, alcanzando el nivel del barro el medio metro de
altura y adentrándose en los fosos de reparaciones. A su paso, el agua
se llevó elevadores, maquinaria diversa, repuestos y destruyó
vehículos que se encontraban en el interior de sus naves.
José Agudo, propietario de Talleres Agudo, quien dijo que este hecho
no se había producido en 40 años que lleva su empresa en la localidad,
mostraba ayer su indignación a este periódico y manifestó que "en todo
momento hemos trasladado nuestras quejas al Ayuntamiento, que a su vez
se lo ha hecho saber a las administraciones competentes, pero hacen
caso omiso". Hasta el lugar se han desplazado tanto el alcalde,
Bartolomé Ramírez, como la concejala y diputada de Medio Ambiente,
Pilar García, quienes han mostrado interés en mediar para tratar de
solucionar este problema. La falta de limpieza y el cauce reducido del
arroyo Cañetejo, así como unas obras que se hicieron hace unos años en
la carretera de Los Majuelos, entre Villa del Río y Montoro, son los
principales causantes de este problema. Las avenidas del arroyo se
producen cada vez que llueve con cierta intensidad.