Escondida y perseguida por ser quien era, envejecida por los años y con un corazón roto por la pérdida cruel e injusta de su hijo. Esperando la muerte como punto de partida para el encuentro más esperado, el de su hijo Jesús.
Sabemos que los seguidores de Jesús, fueron perseguidos los años posteriores a la muerte y resurrección del Maestro; y en esa lista de perseguidos también estaba, muy a su pesar, María, su madre.
Escondidos, perseguidos; pero en ella además, una avanzada edad para esa época, y una salud física y mental deteriorada.
¿Sola? Quizás algún apóstol la acompañara y cuidara de ella; así lo hemos imaginado en este teatro musical; la figura de Juan, el discípulo que también acompañó a María a los pies de la cruz, forma parte ineludible de esta recreación. Un aposto que cree fielmente en que a través de sus palabras escritas las futuras generaciones conocerían la verdad y la salvación.
Para María de Nazaret quizás esto no fuese lo más importante, difícilmente ha perdonado que la mayoría de los seguidores o apóstoles lo abandonaran cuando fue detenido y sacrificado de aquella manera cruel.
¿Se sentía María parte de aquellos seguidores?.
Estos y otros interrogantes se han querido desvelar de forma imaginaria en esta primera versión y obra que pone a María de Nazaret en el centro de la historia que se va a interpretar este próximo viernes 8 de Diciembre en el Teatro Olimpia de Villa del Río.
El papel de Juan será interpretado por Antonio Carabaño, gran aficionado al teatro, y siempre dispuesto para echar una mano a los grupos del pueblo.
Alvaro Horcas se ha encargado de la dirección de escena y actoral, así como de la parte coreográfica pues en esta propuesta interviene también un pequeño ballet que representa a esa lucha interior que padece María en los últimos años y días de su vida.