martes, 16 de marzo de 2010

Los alcaldes «inundados» creen que los desembalses se debieron realizar antes

Los alcaldes «inundados» creen que los desembalses se debieron realizar antes
A la gresca con el agua
CORRESPONSALES. CÓRDOBA ABC
Opiniones de todos los colores, aunque en su mayoría, críticas. Los alcaldes de los municipios cordobeses afectados por los desembalses en la provincia consideran que no ha habido buena información sobre lo que estaba por llegar en materia de inundaciones por parte de la Administración competente, ni que la política de desagües de los pantanos haya sido la más conveniente.
Así, desde el Alto Guadalquivir se criticó la gestión de la Agencia Andaluza del Agua (AAA) y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), antes y durante la lluvia, así como la regulación de desembalses de agua de los diferentes pantanos de la provincia, que ha ayudado a inundar varias zonas.
En esta línea, se pronunció Francisco Javier López Casado, alcalde de Villafranca, cuyos vecinos de la barriada de San José -donde se inundaron casi medio centenar de viviendas ubicadas en zona declarada inundable y no urbanizable- aún se encuentran inmersos en las tareas de limpieza de fangos y recogida de enseres. Según Casado, la AAA «debió de avisar con mayor antelación para estar preparados para la crecida del río que se produjo por la tarde». Tal y como aseguró, «el aviso se produjo en otras ocasiones», sin embargo, el pasado 23 de febrero «llegó tarde, y fue imposible reaccionar».
Además, el regidor socialista aseguró que «la regulación de los pantanos tampoco nos ha beneficiado», ya que «los desembalses se pudieron producir con una o dos semanas de previsión, permitiendo a los pantanos acoger caudal para evitar la crecida tan brutal que tuvo el Guadalquivir», principal causante de las riadas en la comarca,
Caso de Villa del Río
Así, ocurrió en El Soto, de Algallarín, donde 180 hectáreas de regadío quedaron inundadas, afectando también a varios caseríos rurales, y en Villa del Río, principal municipio afectado en número de infraestructuras públicas arrasadas por los más de 1.000 litros caídos. Bartolomé Ramírez, alcalde independiente villarrense, se hizo eco de las opiniones de los mayores del municipio, «conocedores de la fuerza del agua y lo que afecta el desembalse de pantanos del Yeguas, Martín Gonzalo y Jándula, y crecida de arroyos como El Salado, a nuestro municipio», Reclamó «más coordinación para la próxima vez», informa A.O.
Por su parte, en Lucena, donde se continuará con el plan de prevención en Jauja por la crecida del Genil, el alcalde, José Luis Bergillos, avanzó que, ya que seguirán los desembalses del Iznájar, «seguiremos con las medidas de precaución que estamos aplicando hasta ahora».
El regidor socialista consideró que «hemos adoptado las medidas adecuadas en el momento adecuado y la perfecta comunicación con los responsables del pantano han permitido que no haya habido que lamentar ninguna desgracia», informa R.M.
En la Vega, la primera voz crítica volvió a ser María Sierra Luque, alcaldesa de Almodóvar de IU, quien recordó que entre los pasados 22 de diciembre y 6 de enero, «la información era diaria», pero a partir de esa fecha, «no sabemos por qué, pero toda la información nos la tuvimos que buscar nosotros».
De igual modo, según los ancianos y los agricultores del lugar, que nunca antes habían sufrido un agobio como el actual, «el desembalse les ha parecido una barbaridad y tenía que haberse realizado con más antelación previendo lo que podía ocurrir», informa J.M.C.
Mientras, el alcalde de Posadas, Juan Antonio Reyes, informó de que «la opinión de los alcaldes de la comarca era prácticamente unánime en valorar la política de desembalses como positiva, así como la gestión de los medios durante las emergencias, porque siempre ha habido una información constante y rápidamente nos informaban de todo en todo momento».
Decisiones técnicas
Reyes destacó que las decisiones en cuanto a los embalses «han sido tomadas por los técnicos, son los ingenieros los que han decidido y no los políticos», pero reconoció que «en un temporal de esta magnitud, siempre serán discutibles las actuaciones, pero tenemos que dejar a los técnicos trabajar».
También el palmeño José Antonio Ruiz Almenara aseguro que la gestión ha sido muy eficaz y, como prueba de ello, «el agua no ha llegado al casco urbano durante estos meses». Agregó que se han coordinado todos los desembalses para que el Guadalquivir y Genil no viniesen crecidos a la vez, informa J.J.S.
Por contra, en Puente Genil, Manuel Baena manifestó que en su localidad se llegó hasta los 200 metros cúbicos por segundo. «Como no soy técnico, no voy a discutir la pertinencia de los desembalses que se han hecho», pero abundó en que «lo que sí echo de menos es una información más puntual a los alcaldes no tanto del 112, sino de la AAA para que supiéramos lo que estaba pasando, informar a los vecinos y poder evitar daños posteriores».
Cuando «hay silencio, los bulos tienden a llenarlo y se dicen barbaridades sobre Iznájar», comentó, para añadir que «si las decisiones las han tomado los técnicos, habrán estado bien», informa V.R.