sábado, 21 de junio de 2008

El fiscal les pide 4 años de cárcel por el ruido de su discoteca

P. GARCÍA-BAQUERO

CÓRDOBA. La propietaria de una discoteca de Villa del Río y su hijo, que es el gerente, se enfrentan a dos años de prisión cada uno por causar a una vecina «un trastorno de ansiedad y cefalea» por exceder en más del doble el volúmen de la música de madrugada. La calificación provisional de los hechos del Ministerio Fiscal, a la que ha tenido acceso ABC, recoge que la discoteca se encontraba en funcionamiento desde el año 2002. Desde el inicio de la referida actividad, según el fiscal, la discoteca carecía de la adecuada insonorización, por lo que tras emitirse en el año 2000 un informe del técnico de Arquitectura y Urbanismo de la Diputación de Córdoba se dictaminó, tras proceder a la medición de ruidos, «que el nivel de emisión era de 78 decibelios, superándose los máximos diurnos de 35 y nocturnos de 33 legalmente permitidos». Ello provocó el cierre de la discoteca, que reanudó su actividad sin haber subsanado las deficiencias de insonorización provocando emisiones de ruidos notoriamente superiores a los máximos admitidos legal y reglamentariamente. Aflicción sonora En concreto, los días 6 y 7 de noviembre entre las 23 y las 2 horas de la noche, tras realizar las oportunas mediciones, se comprobó que la emisión de ruidos de 54,1 decibelios muy por encima de los 30 permitidos, estimándose por el perito experto la existencia de «aflicción sonora», la cual es por su intensidad susceptible de causar grave riesgo a las personas. Tras la referida reapertura y en base a las múltiples denuncias que los vecinos presentan ante el Ayuntamiento de Villa del Río, se procedió a realizar una inspección por el SAU remitiendo de nuevo el 11 de nomiembre de 2004 un informe desfavorable por inadecuación a la normativa en materia de insonorización, dado que el establecimiento no se encontraba adecuadamente insonorizado. Limitador manipulado Con posterioridad, los acusados instalaron un medidor limitador de ruido, el cual fue posteriormente manipulado de modo que los niveles de emisión de ruidos emitidos ha seguido siendo notoriamente superiores al máximo legal permitido. Esta circunstancia, que se hamantenido en el tiempo y al menos ininterrumpidamente en los dos últimos años, ha provocado en la querellante de esta causa y vecina de la discoteca un cuadro de «trastorno de ansiedad y cefalea tensional» provocado por la alteración consistente del sueño ante la actividad que viene desarrollando. El fiscal, en su calificación, además de solicitar para los responsables penas que suman 4 años de prisión añade una indemnización de 6.000 euros a la vecina, por un delito contra el medio ambiente constatado en el artículo 325 del Código Penal.

(ABC de Sevilla)