13/09/2003
La N-IV se ha convertido en la carretera maldita para el Subsector de Tráfico de Córdoba. Además del grave accidente del que ha sido objeto el motorista Juan José Llamas --llevaba 12 años destinado en las carreteras de la provincia y es considerado por sus jefes "un experto"--, la N-IV se llevó también por delante la vida de otro joven motorista de la Guardia Civil, el agente Manuel Carlos Vera, de 34 años de edad. Vera murió en la madrugada del 20 de diciembre de 1999 en el kilómetro 349 de la autovía, en las inmediaciones de Villa del Río, cuando estaba regulando el tráfico de la carretera tras un accidente que se había registrado minutos antes después de que un camión se saltara la mediana al verse sorprendido por un coche que circulaba en dirección contraria. Una furgoneta conducida por un joven de 24 años atropelló al agente, que murió en el acto.
La N-IV se ha convertido en la carretera maldita para el Subsector de Tráfico de Córdoba. Además del grave accidente del que ha sido objeto el motorista Juan José Llamas --llevaba 12 años destinado en las carreteras de la provincia y es considerado por sus jefes "un experto"--, la N-IV se llevó también por delante la vida de otro joven motorista de la Guardia Civil, el agente Manuel Carlos Vera, de 34 años de edad. Vera murió en la madrugada del 20 de diciembre de 1999 en el kilómetro 349 de la autovía, en las inmediaciones de Villa del Río, cuando estaba regulando el tráfico de la carretera tras un accidente que se había registrado minutos antes después de que un camión se saltara la mediana al verse sorprendido por un coche que circulaba en dirección contraria. Una furgoneta conducida por un joven de 24 años atropelló al agente, que murió en el acto.