La Feria de los Municipios abre sus puertas en su nueva sede del
recinto ferial Ifeco-Cajasol con casi 130 expositores en los que están
representados 59 ayuntamientos cordobeses
F. J. CANTADOR | ACTUALIZADO 11.12.2009 - 05:01
(El Dia de Córdoba)
Casi sin proponérselo, los alcaldes se convirtieron en protagonistas
de la primera jornada de la quinta edición de la Feria de los
Municipios. Algunos llegaron al Recinto Ferial San Carlos
(Ifeco-Cajasol) a primera hora de la mañana, mucho antes de la
inauguración de quinta edición de la muestra. La mayoría de ellos
preparando el camino para que el presidente de la Diputación pasara
por el expositor de su pueblo y degustara dulces, licores o vinos,
momento que debía inmortalizar Francisco Téllez [fotógrafo de la
institución provincial]. Otros, como el de Villafranca, Francisco
Javier López Casado, mostraban su lado fotogénico tras el corte de
cinta intentando salir en cuantos más fotografías y televisiones
mejor. ¿Qué mejor promoción?, debió pensar. Así, López Casado fue
testigo privilegiado, si el ruido de fondo se lo permitía, de las
palabras que Francisco Pulido pronunció como epílogo al corte de
cinta: "esta iniciativa, que se consolida en un nuevo espacio, nos
permite mostrar la fuerza de la provincia y su diversidad no sólo
desde el punto de vista turístico, sino también de ofrecer proyectos
de desarrollo de nuestros municipios", dijo antes de emprender visita
a casi la mayoría de los 130 expositores repartidos por el pabellón.
No fue necesario repetir que la feria se divide en una zona municipal,
con la presencia de 59 ayuntamientos; una zona de cooperación
institucional, con 34 stands, y una zona específica para los
empresarios en la que están representadas 26 firmas y las ocho
mancomunidades, con un total de 34 espacios. Ni siquiera que esos
expositores contienen una muestra selecta de lo mejor del patrimonio,
la gastronomía, la cultura, el folclore o el turismo de todos los
rincones de Córdoba. Para tomar las riendas de esa promoción ya
estaban ellos, los alcaldes.
El de Belalcázar, Antonio Vigara, no perdía detalle de por dónde
pasaba Pulido. Seguía a la comitiva presidencial con la intención de
que hiciera parada en el expositor de su Ayuntamiento y repusiera
fuerzas con una copita de resol -un licor típico casero a base de
hierbaluisa, café, cáscara de naranja, canela, anís seco y azúcar- o
de vino de pitarra de las bodegas de Gervasio, "a diez euros la
botella", según apuntaron Francisca Vicario y Antonio Núñez
-regentadores del stand- al curioso que se interesaba por el producto.
"Venimos otra vez con nuestro rico patrimonio monumental que nadie en
Córdoba debe dejar de conocer", apostilló Vigara, mientras no perdía
detalle de cómo Pulido probaba un rico bacalao en el stand de
Bujalance después de observar como Villa del Río promociona la Casa
Museo de Manolete y Cañete de las Torres muestra in situ el arte de la
confección de bordados, tanto de Semana Santa como de camisetas, a
cargo del taller de Antonio Villar.
Como Francisca Vicario y Antonio Núñez, otros muchos responsables de
los expositores echaban de menos la avalancha de catadores que
aliviaban de productos gastronómicos típicos los stands cuando la
feria se celebraba en La Merced. El primer año en la nueva sede de
Ifeco se empezaba a notar. No obstante, hubo quien no le hacía
escrúpulos a una torta de dulce junto al territorio de Priego de
Córdoba o a un fino de Moriles servido por la propia alcaldesa del
municipio vitivinícola, Francisca Carmona, mientras también esperaba
la visita de Pulido -que estaba acompañado, entre otros, por la
directora general de Comercio de la Junta, María Dolores Atienza y la
presidente de la Cámara de Comercio de Córdoba, María Dolores
Jiménez-. En esos instantes, los visitantes de algo más de mediana
edad comenzaban a poblar la feria, llegados muchos de ellos en esos
autobuses que cada media hora llegan al recinto -y llegarán hasta que
el domingo por la tarde se clausure la muestra- procedentes de la sede
de la Diputación.
Como en Bienvenido Mister Marshall, la comitiva presidencial pasó -en
un primer momento- de largo sin detenerse en el expositor de
Belalcázar. En ese momento, el concejal de Cultura de Aguilar de la
Frontera, Francisco Juan Martín, reprochó a quien marcaba las paradas
que se hubieran olvidado del expositor de su pueblo, donde era
obligatorio probar un pastelito de yema o gloria o un buen Pedro
Ximénez mientras un cartel recuerda la cita anual con teatralizada
vuelta a siglos anteriores en La Noche de la Media Luna. "Es que es
normal que se quejen los alcaldes de que se les tarda en visitar; es
que llevan aquí desde las 11:00", resalta el vicepresidente de la
institución Fernando Expósito algo más de hora y media después,
momento en el que Pulido se detiene por fin en Belalcázar y el
delegado provincial de Turismo, Juan Torres, defiende que "con Ifeco
se ha ganado en espacio evitando aglomeraciones. Esta feria supone la
consolidación de este recinto ferial".