http://www.lapasion.org - 28/05/2008
En torno las 7 de la tarde la preciosa custodia de Damian de Castro hacía presencia en el atrio de la imponente Parroquia de la Inmaculada Concepción.
La Cruz Parroquial del mismo autor abría el cortejo de estandartes y Hermanos Mayores de las Hermandades y Cofradías de Gloria y Penitencia de la localidad. Al lado, dos hileras de niños/as de comunión acompañaban a paso del Santísimo.
La Hermandad de la Humildad realizó un sencillo y elegante altar con la imagen del titular en una de las casas solariegas más importantes de Villa del Río, en plena plaza de la Constitución.
En el mismo se situaron las reliquias de San Bartolomé y una imagen particular del Niño Jesús.
La Custodia hizo parada en el altar de la Hermandad que celebra su 50 Aniversario.
La Custodia continuó su recorrido hasta la Capilla de Jesús donde visitó altares particulares. Ya de vuelta de nuevo los villarrenses se sintieron niños al entrar en la tradicional calle Juan de la Cruz Criado, en la que la juncia y los arcos de lentisco reciben al Señor. Durante el recorrido estallaron los cohetes y cayeron multitud de pétalos desde los balcones de la localidad. Sin duda, gran participación y cariño hacia Jesús Sacramentado.
En torno las 7 de la tarde la preciosa custodia de Damian de Castro hacía presencia en el atrio de la imponente Parroquia de la Inmaculada Concepción.
La Cruz Parroquial del mismo autor abría el cortejo de estandartes y Hermanos Mayores de las Hermandades y Cofradías de Gloria y Penitencia de la localidad. Al lado, dos hileras de niños/as de comunión acompañaban a paso del Santísimo.
La Hermandad de la Humildad realizó un sencillo y elegante altar con la imagen del titular en una de las casas solariegas más importantes de Villa del Río, en plena plaza de la Constitución.
En el mismo se situaron las reliquias de San Bartolomé y una imagen particular del Niño Jesús.
La Custodia hizo parada en el altar de la Hermandad que celebra su 50 Aniversario.
La Custodia continuó su recorrido hasta la Capilla de Jesús donde visitó altares particulares. Ya de vuelta de nuevo los villarrenses se sintieron niños al entrar en la tradicional calle Juan de la Cruz Criado, en la que la juncia y los arcos de lentisco reciben al Señor. Durante el recorrido estallaron los cohetes y cayeron multitud de pétalos desde los balcones de la localidad. Sin duda, gran participación y cariño hacia Jesús Sacramentado.
