La apertura de la Puerta Santa de la Catedral inicia el Jubileo
El obispo inaugura esta mañana el Año de la Misericordia convocado por el Papa Francisco
EL DÍA | ACTUALIZADO 13.12.2015 - 01:00
Demetrio Fernández.
El Obispo abrirá esta mañana (11:30) la Puerta Santa de la Catedral, inaugurando así el Año de la Misericordia convocado por el Papa. Francisco ha emplazado este jubileo mediante la bula Misericordiae vultus y "ha deseado que se viva intensamente en todas las iglesias particulares", indicó la Diócesis. "Celebrar un Jubileo de la Misericordia significa poner en el centro de nuestra vida personal y de nuestras comunidades el contenido esencial del Evangelio: Jesucristo. Él es la Misericordia hecha carne, que hace visible para nosotros el gran Amor de Dios", explicó el Papa Francisco en la catequesis del pasado miércoles 9 de diciembre, el día siguiente de abrir la Puerta Santa.
A partir de la apertura de la Puerta Santa de la Catedral de Córdoba se podrá alcanzar indulgencia plenaria en el mismo templo, en la Basílica Pontificia de San Juan de Ávila en Montilla, en los lugares de la Diócesis donde se celebre la Gran Misión Juvenil, acogiendo los símbolos de la Cruz de los jóvenes, el icono de María Santísima y la imagen de San Juan Pablo II, y en todas las parroquias durante el tiempo Cuaresma y Pascua, además de las fiestas patronales y en los días en que se celebre en ellas la Misión Juvenil.
La indulgencia plenaria también se podrá conseguir ante las imágenes de la Virgen de la Sierra de Cabra, María Santísima de Araceli de Lucena, la Virgen de Luna en su santuario y en sus estaciones de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba, Nuestra Señora de Belén en Palma del Río y Nuestra Señora de la Estrella de Villa del Río. Además, se puede alcanzar en la iglesia de la Residencia de Jesús Nazareno de Córdoba, donde se encuentran las reliquias del Beato Cristóbal de Santa Catalina, y en la iglesia de la casa natal de Santa Rafaela María en Pedro Abad. En otros templos de la Diócesis se obtendrá el día de la fiesta de sus titulares, y en aquellos otros que por solicitud de sus párrocos se considere oportuno concederlo para todo el Año Jubilar.
La Diócesis recordó en una nota que el Obispo de Roma dijo que "se trata de una ocasión única para experimentar en nuestra vida el perdón de Dios, su presencia y cercanía, especialmente en los momentos de mayor necesidad". Además, aclaró que el Jubileo significa también "aprender que el perdón y la misericordia es lo que más desea Dios, y lo que más necesita el mundo, sobre todo en un momento como el actual en el que se perdona tan poco, en la sociedad, en las instituciones, en el trabajo y también en la familia", destacó.
"Hay que tener en cuenta que la raíz de la falta de misericordia está en el amor propio, que se reviste bajo el manto de la búsqueda del propio interés, de los placeres, los honores y las riquezas. También en la vida de los cristianos está presente bajo el aspecto de la hipocresía y la mundanidad. Por eso, necesitamos reconocer que somos pecadores, para que se fortalezca en nosotros la certeza de la misericordia de Dios", afirmó Francisco.
El obispo inaugura esta mañana el Año de la Misericordia convocado por el Papa Francisco
EL DÍA | ACTUALIZADO 13.12.2015 - 01:00
Demetrio Fernández.
El Obispo abrirá esta mañana (11:30) la Puerta Santa de la Catedral, inaugurando así el Año de la Misericordia convocado por el Papa. Francisco ha emplazado este jubileo mediante la bula Misericordiae vultus y "ha deseado que se viva intensamente en todas las iglesias particulares", indicó la Diócesis. "Celebrar un Jubileo de la Misericordia significa poner en el centro de nuestra vida personal y de nuestras comunidades el contenido esencial del Evangelio: Jesucristo. Él es la Misericordia hecha carne, que hace visible para nosotros el gran Amor de Dios", explicó el Papa Francisco en la catequesis del pasado miércoles 9 de diciembre, el día siguiente de abrir la Puerta Santa.
A partir de la apertura de la Puerta Santa de la Catedral de Córdoba se podrá alcanzar indulgencia plenaria en el mismo templo, en la Basílica Pontificia de San Juan de Ávila en Montilla, en los lugares de la Diócesis donde se celebre la Gran Misión Juvenil, acogiendo los símbolos de la Cruz de los jóvenes, el icono de María Santísima y la imagen de San Juan Pablo II, y en todas las parroquias durante el tiempo Cuaresma y Pascua, además de las fiestas patronales y en los días en que se celebre en ellas la Misión Juvenil.
La indulgencia plenaria también se podrá conseguir ante las imágenes de la Virgen de la Sierra de Cabra, María Santísima de Araceli de Lucena, la Virgen de Luna en su santuario y en sus estaciones de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba, Nuestra Señora de Belén en Palma del Río y Nuestra Señora de la Estrella de Villa del Río. Además, se puede alcanzar en la iglesia de la Residencia de Jesús Nazareno de Córdoba, donde se encuentran las reliquias del Beato Cristóbal de Santa Catalina, y en la iglesia de la casa natal de Santa Rafaela María en Pedro Abad. En otros templos de la Diócesis se obtendrá el día de la fiesta de sus titulares, y en aquellos otros que por solicitud de sus párrocos se considere oportuno concederlo para todo el Año Jubilar.
La Diócesis recordó en una nota que el Obispo de Roma dijo que "se trata de una ocasión única para experimentar en nuestra vida el perdón de Dios, su presencia y cercanía, especialmente en los momentos de mayor necesidad". Además, aclaró que el Jubileo significa también "aprender que el perdón y la misericordia es lo que más desea Dios, y lo que más necesita el mundo, sobre todo en un momento como el actual en el que se perdona tan poco, en la sociedad, en las instituciones, en el trabajo y también en la familia", destacó.
"Hay que tener en cuenta que la raíz de la falta de misericordia está en el amor propio, que se reviste bajo el manto de la búsqueda del propio interés, de los placeres, los honores y las riquezas. También en la vida de los cristianos está presente bajo el aspecto de la hipocresía y la mundanidad. Por eso, necesitamos reconocer que somos pecadores, para que se fortalezca en nosotros la certeza de la misericordia de Dios", afirmó Francisco.