lunes, 21 de junio de 2010

Ayuntamientos del Alto Guadalquivir al borde del colapso, temen lo peor con los nuevos ajustes

J.M.C. | P.G-B. (CORRESPONSALES) / CÓRDOBA
Día 21/06/2010 -ABC

El desplome de los ingresos por la crisis, la reducción de las aportaciones estatales o autonómicas, el alto endeudamiento y la excesiva y costosa carga de la maquinaria burocrática están atrapando a los ayuntamientos de la provincia en una espiral peligrosa de asfixia económica que empieza a traducirse ya en impago de servicios básicos (luz, teléfono,...), nóminas, proveedores —con una demora alarmante— y hasta bancos.
El venidero «tijeretazo» con recortes salarias importantes y de inversión pública, la subida del IVA y el nuevo esfuerzo de contención del déficit que se le exige a los consistorios para 2011 pueden acabar de darle la puntilla a muchos ayuntamientos en serios apuros hasta la bancarrota.
Encinas Reales es el último ejemplo de ayuntamiento al borde del colapso. La crisis ha hecho que de los 300.000 euros de media mensual que venía percibiendo por la participación en los tributos del Estado se haya pasado ahora a los 14.000 o, como mucho, 16.000 euros, y eso «nos ha cortado las alas», dice su alcalde Gabriel González.
La situación, avivada por los retrasos y recortes en las subvenciones de la Junta, «se ha vuelto asfixiante» y, si hasta la fecha, según González, «hemos tenido que salir al frente de compromisos de pagos con algunos proveedores que hemos asumido mientras teníamos capacidad», ahora ya «resulta imposible».
Así, se ha llegado al punto de tener una deuda «bastante importante» con Endesa, que ya ha enviado un aviso de que se puede cortar el suministro eléctrico. Una amplia deuda con proveedores locales, y este mes le ha tocado sufrir a las nóminas del personal del Ayuntamiento, que ha cobrado su mensualidad de mayo el pasado día 13.
Para salir del paso, el alcalde ha solicitado a la Diputación un anticipo de lo que debe ingresar este ejercicio por la recaudación de los impuestos municipales, «lo que nos permitirá ir tirando un par de meses más», dice el primer edil que, igualmente, ha solicitado otra crédito para que adelante las transferencias de la Junta de Andalucía amén de ir a la Seguridad Social a pedir un aplazamiento de las cuotas corrientes de los seguros sociales. La deuda en Encinas Reales alcanza los 3 millones de euros, que se ha aliviado ya en 1,3 millones desde enero.
El mal se va extendiendo poco a poco como una mancha de aceite por el resto de la provincia. En Lucena, la Gerencia de Urbanismo tiene ya telarañas en sus arcas debnido al parón económico. «No goza de la salud que quisiéramos», dice el alcalde José Luis Bergillos del organismo que hasta ahora ha supuesto un balón de oxígeno para afrontar pagos. «La Gerencia no tiene los ingresos que se esperaban. Eso no quiere decir que no vayan a llegar y habrá que esperar a ver cuál es la evolución», sostiene el concejal de Hacienda Juan Pérez.
Por su parte, en el Ayuntamiento de Cabra los problemas se amplifican con los proveedores. En poco tiempo se ha pasado de pagar en tres meses a hacerlo en nueve. La falta de liquidez de momento no afecta al pago de la luz, teléfono o nóminas.
Mientras, en la comarca de Campiña Sur ninguna de las localidades consultadas supera el nivel de endeudamiento exigido por la ley. Para hacer frente a la crisis, los municipios de la zona decidieron reducir sus aportaciones a las arcas de la Mancomunidad, que también se ve perjudicada por la deuda que arrastran algunos en esas cuotas que se aportan al ente comarcal desde los consistorios (es el caso de Montalbán que adeuda 96.000 euros).
En Priego, el caos estalló a finales de 2009 cuando fue preciso atender el pago de las nóminas municipales con los fondos «anticrisis» por falta de liquidez, que también cierne sus repercusiones sobre el pago a proveedores. El Ayuntamiento, con unos presupuestos prorrogados, tuvo que echar mano de estos fondos, una decisión que, contraria a los informes internos, acabó con la alcaldesa Encarnación Ortiz pasando por los tribunales tras la denuncia del PA por presunta prevaricación.
El Ayuntamiento de Puente Genil arrastra déficit de 2008, no ha liquidado aún el de 2009 y acaba de aprobar una previsión de gasto corriente de 20,2 millones de euros para 2010. Ya hay en marcha un crédito de 1,1 millones . A día de hoy, el Consistorio pontanés está pagando a un año vista a sus proveedores, debido a que no hay ni un euro, mientras que antes de la crisis se pagaba entre uno y tres meses.
Difícil panorama económico el que están atravesando los ayuntamientos de la comarca del Alto Guadalquivir . En Montoro, la deuda va ya por 7,5 millones y pesa como una losa con sus 18 préstamos que hipotecan al Consistorio hasta el próximo año 2023, cuando expirará el último préstamo concedido por el Banco de Crédito Local, para cubrir las inversiones del presupuesto de 2006.
En Bujalance se ejecutará una reducción del 25 por ciento en cada una de las siete concejalías con presupuesto definido y se han recortado muchas ayudas a colectivos del municipio. La asignación económica a los grupos políticos no se abona desde noviembre. La deuda financiera a largo plazo alcanza el millón de euros, y con los proveedores, 1,7 millones de euros. En el resto de localidades el panorama no difiere mucho: Pedro Abad alcanza un pasivo de 514.000 euros, el 14 por ciento del presupuesto municipal de 2009; 881.000 euros tiene el Consistorio villafranqueño y hasta 3,4 millones en Villa del Río.
Aunque parece que en Baena respiran algo mejor, el alcalde, Luis Moreno, asegura que «el tijeretazo todavía no ha llegado» pero tiene claro que el recorte presupuestario «llegará». Para ello, ya se ha sumado al plan de ajuste y fija un recorte superior al millón de euros para lo que resta de 2010 y aproximadamente de 631.000 euros de enero a junio de 2011.
De los municipios consultados, el último es Montilla, donde la deuda municipal es de 19 millones de euros, tras haber pedido un total de 7 millones en préstamos. Al aprobarse los presupuestos municipales de 2009, toda la oposición se mostró ya muy crítica con el incremento experimentado por la deuda del Consistorio que acapara el mismo patrón de problemas que el resto de casas consistoriales de Córdoba.
Si todos ellos logran salvar 2010 se toparán al ejercicio siguiente con la nueva vuelta de tuerca que Bruselas ha dado a España en su déficit, y que el Estado ha endosado ya a las autonomías y el poder local para que vuelvan a apretarse el cinturón.