lunes, 14 de febrero de 2011

LA BRUXA, Mejor Cortometraje de Animación

ARTICULO PUBLICADO EN http://www.guadalajaradosmil.es

El cine español se prepara para su gran fiesta del domingo. Porque entonces se entregarán los Premios Goya en el Teatro Real, la máxima distinción cinematográfica del país. En esta XXV edición, Guadalajara tendrá su porción de protagonismo: un alcarreño competirá en la sección al Mejor Cortometraje de Animación. Es Pedro Solís, que acude 'hechizado' por la protagonista de su cinta, titulada 'La Bruxa'. Se trata de un "corto simpático" que pretende mandar una moraleja a través del humor.


 
FOTOS: NANDO RUIZ

ARTICULO ESCRITO POR :EDUARDO RODRIGO
El mundo del cine patrio tiene el domingo la cita más importante del año. Será entonces cuando la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España entregue en el Teatro Real los Premios Goya, el reconocimiento a los mejores profesionales en cada categoría. En una de ellas, en la de Mejor Cortometraje de Animación Español concretamente, Guadalajara estará representada. Y es que entre los nominados de esta XXV edición figura 'La Bruxa', obra del alcarreño Pedro Solís.

Aunque nació en Barcelona (10 de octubre de 1968), Solís se siente alcarreño: "Con tres años vine a Guadalajara y desde entonces vivo aquí", se apresura a aclarar. Y aquí estudió electrónica en el IES Luis de Lucena y aquí comenzó su experiencia profesional como técnico electrónico hasta que un buen día su gran pasión –el cine, cuál si no– se abrió paso en su vida para, oportunidades mediante, ocupar gran parte de ella. "A mí me gustaba el cine de animación por ordenador y el cine en general, lo que pasa es que hacer cine hace 25 años era muy complicado", recuerda Solís. Pero no desistió: "Empecé con videoarte, mezclándolo con informática, con el Spectrum... Hacía cosas, le metía música, ese fue el comienzo". Un comienzo en el que también tuvo una influencia directa la persona de su hermano Juan, supervisor de personajes de Illion Studios, compañía que creó la tan premiada como reconocida 'Planet 51'. Mientras, Pedro continúa con su explicación: "A mí me fascinaba ese mundo, empecé de manera autodidacta el modelado de 3D y con 30 años decidí dar el salto y dejar el trabajo fijo de toda la vida y dedicarme al 3D".

Modelando a 'Torrente'

Un salto que fue progresivo y en el que la fortuna, como Solís no se cansa de repetir una y otra vez, fue parte fundamental: "Empecé haciendo infoarquitecturas, pero no cumplía mis expectativas y di el salto a participar en un videojuego. Tuve la suerte de poder participar en un videojuego modelando personajes y a partir de ahí enlacé una cosa con otra, cambiando de empresas y cambiando de puesto, desde grafista hasta productor, como en el último videojuego que hice". En ese mundo de videojuegos, y apenas rebasada la treintena de edad, el alcarreño se topó con una de esas oportunidades de las que habla: modelar a Santiago Segura en el videojuego 'Torrente'. "Luego me surgió la oportunidad de pasar a Pyro Studios, que en su momento era la empresa de videojuegos más grande de España, creadora de la saga 'Comandos', y después pasé a ser productor de 'Imagina ser diseñadora de moda', el juego español que más se ha vendido en todo el mundo".

Ese combinado de oportunidades y fortuna –"trabajo y suerte", reitera Solís– fue el germen de su apuesta definitiva por el mundo del cine. Porque gracias a los videojuegos conoció a Enrique Gato, Juan Jesús García Galocha y David Ordieres, equipo que en 2006 revolucionó el mundo del corto de animación español con el corto 'Tadeo Jones': "Fue un exitazo, ganamos 65 premios, incluido el Goya de ese año", rememora Solís. Él, modelador de escenarios en la cinta, fue parte importante en unos éxitos que solo sirvieron para que el equipo fuera consciente de que la clave residía en un trabajo constante: "A partir de ese corto, con tantos premios, dijimos 'esto ya está hecho'. Y no. Hay que seguir trabajando mucho". Un trabajo enfocado todavía a los videojuegos, pero también a la producción del segundo corto: 'Tadeo Jones y el sótano maldito', de 2008. "Ya eran 18 minutos [el doble de duración que el primero], era un salto cualitativo y cuantitativo bastante grande por la calidad que queríamos dar al producto". Una calidad de nuevo premiada con el Goya que sirvió para afrontar el salto definitivo a la producción de un largometraje, 'Tadeo Jones, la película': "Con ese bagaje, y después de llamar a muchas puertas, un grupo mediático decidió invertir en la película y dejamos nuestros trabajos en videojuegos. Ahora estamos trabajando en lo que siempre nos ha gustado, que es hacer una película de animación". Una película en la que Solís, y el resto del equipo de los 'Tadeo', lleva trabajando dos años y medio con Lightbox Entertainment. Precisamente, 2011 ha de ser el año en que se finalice el proyecto.

El momento de 'La Bruxa'
La vorágine de la producción de los dos 'Tadeos' impidió al alcarreño dar forma a "un proyecto que quería hacer, era una espinita": la confección de su propio corto, 'La Bruxa'. "Cuando acabó la segunda parte de 'Tadeo' y surgió la película ya vi la oportunidad. Era una historia que tenía muchas ganas de contar", explica Solís. Una historia cuya moraleja parte de una "desgracia" personal sufrida por el propio Solís: "Me di cuenta que en esta vida hay que tener mucho cuidado con lo que se desea", comenta. Y así, bajo la producción de La Fiesta P. C., surgió por fin 'La Bruxa', un corto que la propia productora resume así: "Una vieja bruja busca a su príncipe azul desesperadamente". "Yo tenía claro la historia, lo que quería transmitir, la moraleja final", incide Solís. Una historia donde "la bruja quiere tener un príncipe azul, y lo consigue, pero las cosas no siempre salen como se imaginan...".

Se trata, en cualquier caso, de un "corto optimista" en el que Solís empleó buena parte de su tiempo fuera del horario laboral: "La última época estuve tres días sin dormir. Por el día trabajaba y por la noche me ponía con el corto, venía una noche a casa y me iba otros tres días, hasta que ya no pude más. Casi me cuesta la salud sacarlo", comenta, mitad en broma, mitad en serio. Sin llegar a tal extremo, es evidente que el esfuerzo mereció la pena. Basta emplear once minutos –los propios de la duración de la cinta– para percatarse de ello, por más que el alcarreño continúe ejerciendo autocrítica: "El corto es como un hijo, haces todo lo que puedes hasta un momento en el que no depende de ti. Siempre dices 'podría haber quedado mejor', porque somos bastante críticos. Pero por mucho que lo critiques, lo quieres mucho".

Y sí, Solís quiere mucho a 'La Bruxa', un "corto simpático, con una doble lectura, para adultos y para niños" que necesitó poco más de 60.000 euros para ver la luz final. La cifra se alcanzó no sin dificultad: "Por supuesto que hemos tenido problemas económicos, pero fue el proyecto al que la Junta más subvención dio, el Ministerio de Cultura también dio lo máximo y la Comunidad de Madrid también aportó una subvención". Las empresas privadas y el tesón del equipo –"ha habido que arrimar el hombro bastante"– hicieron el resto.

La carrera hacia los Goya
Un tesón, y la calidad del sello Solís implícita, que no ha tardado en ser reconocido: ya se ha llevado el primer premio del Festival de Alicante, está seleccionado en San Roque (Cádiz)..., y eso que es "ahora cuando empieza la carrera en serio". Con todo, el alcarreño no tarda en aclarar que "cada selección es un regalo" y que el gran reconocimiento es el que reporta el público: "No pido más que la gente se ría, eso ya es un gran premio porque es lo que quiere [el corto] conseguir". Mas Solís no oculta la evidencia: le gustaría llevarse el Goya. "Sinceramente, cuando conseguí que la gente se animara para este proyecto, con el bagaje anterior, pretendíamos hacer un producto que estuviera a la altura, pero el nivel de España es cada vez más fuerte. Quería hacer un corto que llegara a los Goya, esa era mi idea, pero según fui viendo lo que había este año, empecé a plantearme que no estuviera seleccionado. La selección la viví con mucha alegría, porque había 13 cortos precandidatos muy importantes, de hecho, alguno de mis favoritos ha quedado fuera".
'La Bruxa' logró la selección final y el domingo se sabrá si es o no el mejor corto de animación. "En algunos foros bastante importantes ponen a 'La Bruxa' como favorito, pero sé que es muy difícil, yo ya dejé de mirar foros...", comenta un Solís que tiene muy claro una cosa: "Si subo a coger el premio, Guadalajara saldrá nombrada". También tiene claro que el Goya, pese a ser un reconocimiento de enjundia, "no es la panacea; es un orgullo, sí, pero hay que seguir trabajando aunque se gane el premio". Por eso, aunque el domingo la gala de los Goya tenga un embrujo alcarreño especial, una vez finalizada, Solís seguirá a lo suyo: currando. De momento, trabaja con su hermano Juan en el guión de un segundo corto –"él en el guión, yo con la producción y la dirección será compartida", adelanta–, y está proyectado ya el segundo largo de 'Tadeo'. Y si esto del cine no tiene un final feliz, "volvería de técnico electrónico a Guadalajara". Pero antes, este mismo domingo, Solís se puede ver con un Goya entre las manos. Sería un buen espaldarazo para que su guión incluyera el deseado 'Continuará...'.
 

Los otros nominados

'Vicenta', de Samuel Ortí Martí (Sam) –en la imagen uno de sus fotogramas–; 'La torre del tiempo', de José Luis Quirós; y 'Ex libris', de Clara Trénor; son los otros nominados en la categoría de Mejor Corto de Animación. "Son cortos muy serios, muy buenos", asegura Pedro Solís. "Sam tiene muchos años de experiencia en publicidad, en cortos; Quirós se dedica desde hace mucho tiempo a la animación con calidad alta; Trénor es profesora de arte...", comenta el alcarreño, que incide: "El corto de animación en España ha dado un salto muy grande". Un salto que tiene una clave: "Hay que tener mucho tesón; se empiezan muchos cortos y se acaban muy pocos", recuerda. Y se explica: "Es que un corto de animación es muy difícil de hacer, no tienes que pedir permiso para grabar un castillo, pero es que tienes que hacer el castillo. Todo hay que hacerlo, todo hay que crearlo, hay personas que se dedican a poner los huesos del esqueleto de un personaje que ha modelado otra persona anteriormente; luego hay que animarlo, iluminarlo... Es un trabajo bárbaro". En este mundo tan complejo, Solís parece estar ligado con la fortuna: "No puedo quejarme de cómo me ha ido, creo que me tengo que dar algún porrazo gordo porque llevo 12 años trabajando en animación, y cada vez mejor...". De momento, que el porrazo no llegue este fin de semana; mañana presenta el DVD 'Hecho en Castilla-La Mancha' –"es un premio estar incluido ahí"– y el domingo acudirá junto a su mujer al Teatro Real.