jueves, 17 de febrero de 2011

La Junta concede al hijo adoptivo de Villa del Río, el artista Ginés Liébana, la Medalla de Andalucía

El pintor, dramaturgo y poeta, que recogerá el galardón el día 28 en Sevilla, afirma que es un premio "inmerecido" y se define como "un simple trabajador del arte"
 
Félix R. Cardador | Actualizado 16.02.2011 - 08:28
 

 
Emocionado, feliz y con su célebre sentido del humor engrasado y listo para disparar. Así se mostraba en la tarde de ayer el pintor, dramaturgo y poeta Ginés Liébana después de que se hiciese pública la decisión de la Junta de concederle la Medalla de Andalucía, una distinción que le será entregada el próximo 28 de febrero por el presidente de la comunidad autónoma en un acto institucional que se celebrará en Sevilla. A punto de cumplir 90 años, aunque en plenas facultades artísticas, Liébana, que fue declarado hijo adoptivo de Córdoba el año pasado, explicaba con su particularísimo modo en conversación telefónica que la medalla es "el no va más de la pasión turquí, un esplendor en la hierbaca, algo que me hace sentir absolutamente obnubilado ya que entiendo que es inmerecido". "Yo no me siento acreedor de este premio", explicaba humilde un creador que, entre otras distinciones, tiene la Medalla de Oro de las Bellas Artes, galardón que le fue entregado por los Reyes hace ahora cinco años. La satisfacción del artista, miembro del Grupo Cántico, se multiplicaba al reconocer que le hace ilusión compartir premio en una fecha tan especial para los andaluces con personas como el futbolista del Sevilla y de la selección española Jesús Navas, la galerista de arte Juana de Aizpuru o la bailaora y coreógrafa María Pagés. "Es el colmo", agregaba en ese sentido el autor de poemarios como Cantes al Amorsillega o Penumbrales de la Romeraca.
 
Ginés Liébana nació en la localidad jiennense de Torredonjimeno en 1921, aunque siendo aún muy niño se trasladó a Córdoba, ciudad en la que transcurrió su infancia y en la que emprendió su aprendizaje artístico. Amigo desde la niñez del poeta y Premio Príncipe de Asturias Pablo García Baena, formó parte junto a él y a otros creadores como Ricardo Molina o Juan Bernier de la revista Cántico, una de las aportaciones más significativas de Córdoba a la cultura española del siglo XX. Tras viajar por diversos países durante los años 50, el artista decidió instalarse en Madrid, donde ha residido desde entonces pero sin perder el contacto con Córdoba, ciudad a la que acude de forma habitual. Aparte de dedicarse a la pintura y la escritura, Liébana ha ejercido en la capital española de agitador cultural, ya que su casa ha sido escenario de cientos de tertulias y veladas literarias y artísticas.
 
Ginés Liébana, que se definió ayer como "un simple trabajador del arte que nunca ha tenido vocación de contemporáneo, pues al ser de Córdoba eso no es necesario", sigue en activo tanto en la pintura como la literatura. Ahora mismo prepara un nuevo libro de poemas que editará en primavera por el Servicio de Publicaciones del Ayuntamiento de Pozoblanco.
 
El año pasado, y en el Día de Andalucía, fue nombrado hijo adoptivo de Villa del Río, y recibio en el Teatro Olimpia y caloroso homenaje del pueblo y admiradores del artista.