jueves, 12 de enero de 2012

Un villarrense es condenado a 16 años por malos tratos y agresión sexual a su novia

El acusado, de 28 años, la amenazó con un cuchillo y un bate de béisbol

ÁNGEL ROBLES | ACTUALIZADO 12.01.2012 - 01:00
 

La Sección Primera de la Audiencia Provincial ha condenado a 16 años y un mes de prisión a un joven de Villa del Río de 28 años por amenazar y maltratar reiteradamente a su novia, a la que, según la resolución, también agredió sexualmente en una ocasión. Los primeros episodios violentos se produjeron en mayo del año 2009. La sentencia considera probado que, sobre las 23:00 del día 9, el procesado se enfrascó en una discusión con la víctima, tras lo cual ella le manifestó que iba a dejarlo. Él reaccionó cogiendo un cuchillo de cocina y se abalanzó sobre ella, lo que hizo que la joven se "asustara mucho". 

El siguiente suceso se produjo el primer fin de semana de agosto. La pareja volvió a discutir, y el agresor reaccionó otra vez de forma violenta: la cogió del cuello y le propinó "numerosos puñetazos" en el costado. Ella le dijo de nuevo que lo iba a dejar, y esto lo enfadó aún más. La Audiencia considera probado que la amenazó con buscarla "allá donde fuera" para "matarla y sacarla en bolsas de basura". 

La relación, después de esto, continuó. Y el 15 de agosto, durante otra disputa con la joven en el dormitorio, la agarró del cuello y le dio varios mordiscos en la mano, que también le retorció. En octubre, se registró otro incidente violento, cuando la víctima intentaba defender al hijo menor del encartado para que no le agrediera. Ante ello, el ahora condenado "le propinó un fuerte puñetazo en el brazo a su novia, la cogió del cuello y la tiró al suelo". 

La resolución de la Sección Primera relata un gran número de agresiones. El siguiente episodio violento se remonta a finales de año, cuando el encartado, provisto con un bate de béisbol, le dijo a su pareja que se callara "o le partía las piernas y le abría la cabeza". Posteriormente, en enero de 2010, en un domicilio no identificado, el agresor se enfadó de nuevo con la chica y la persiguió hasta el cuarto de baño, lugar donde, tirada en el suelo, le propinó un "fuerte puñetazo" en la cabeza, relata la resolución. 

En la noche del 14 de febrero de 2010, el imputado llamó por teléfono insistentemente a su novia para decirle que "era una guarra y que sólo quería acostarse con tíos". El individuo fue a buscarla al local donde se encontraba la chica y la obligó a que se marchara con él en el coche o, de lo contrario, "le montaría un espectáculo". Ya en el interior del vehículo, la sentencia relata cómo la cogió del cabello y la estrelló contra el cristal en dos ocasiones. Durante el trayecto a su casa, le manifestó que le pegaría dos tiros y la tiraría a un pozo. Al llegar a su domicilio, "en un estado de gran agresividad", le recriminó que estuviera con sus amigos. 

Cuando el procesado se calmó y se fueron a dormir, le exigió a la chica mantener relaciones sexuales y, ante su negativa, "la sujetó fuertemente y le propinó muchos puñetazos" hasta que logró penetrarla. La Audiencia Provincial lo condena a seis años de cárcel como autor de un delito de agresión sexual por estos hechos. 

Más adelante, el 1 de mayo, la pareja volvió a discutir, él la cogió de nuevo del cuello y le propinó "numerosos puñetazos" en el costado cuando ella le insistió en que quería dejarlo. La sentencia relata que el siguiente episodio violento se produjo sobre las 20:30 del 3 de julio. El acusado llamó a la chica, la insultó y la amenazó: "Me las vas a pagar todas", le dijo. "Como se te ocurra ir al fútbol te mato, y si no te metes conmigo en el coche te meto yo a patadas", la amenazó. 

El 10 de julio, cuando ella le manifestó de nuevo que lo dejaba, "la cogió bruscamente por el cuello" mientras iban en el coche, le ordenó que saliera e hizo el amago de dejarla tirada en un olivar, aunque luego la recogió. La Audiencia insiste en que el procesado "le impedía a su novia relacionarse con nadie, le gritaba y la insultaba, le controlaba el móvil y su ropa y le pegaba cuando no hacía lo que él deseaba". De ahí que la víctima presente "cambios emocionales" que se concretan en un ansiedad y depresión. La joven también sufre cambios cognitivos y conductuales.