por Francisco J. García
Villa del Río: Villatoro, Toledano, Alfonso, Valera, Álvaro, Cris, Antoñito, Elena (López min. 55), Navas, Juan Carlos (Jacinto min. 83) y Yedres (Hueto min. 55).
Palma del Río: Egea, Mansilla (Morales min. 78), Crespo, José, Arán (Calonge min. 65), Mochu, Agustín (Antonio min. 65), Víctor (Toni min. 73), Paco, Pinilla y Choped (Santi min. 65).
Árbitro: Blanco Rizos. Expulsó con tarjeta roja directa (min. 54) al visitante José. Amonestó al local Cris y a los visitantes Víctor, Paco, Choped y Antonio.
Goles: 1-0 (min. 1) Navas 2-0 (min. 27) Navas 2-1 (min. 46) Paco.
Incidencias: Unos 150 espectadores en el Polideportivo Municipal de Villa del Río en un partido que se adelantó a la tarde del sábado y que tuvo en la lluvia a una inesperada protagonista.
Partido extraño el que abría de manera oficial el campeonato liguero de Regional Preferente ya que el Villa del Río que pudo lograr una goleada de escándalo en el primer periodo, tras noventa y cuatro minutos de juego terminó pidiendo la hora ante el empuje de un Palma del Río que jugó en inferioridad numérica desde el minuto 9 de la segunda parte.
El partido castigó a los que se retrasaron ya que al primer minuto de juego, un centro de Yedres desde la banda lo aprovecha Navas para marcar de cabeza en semiplancha desde el borde del área chica en un tremendo error de marca de la zaga palmeña. Esta tempranera ventaja dio una necesaria tranquilidad a la escuadra local que con un once lleno de juventud y caras nuevas, se hizo con el control absoluto del juego en este primer periodo. Las ocasiones locales se iban sucediendo pero Antoñito (min. 12) y Navas (min. 14) se toparon con un sensacional Egea.
Pero curiosidades del fútbol, quien tuvo la ocasión más clara fue el palmeño Pinilla (min. 22) que tras una cantada en el despeje con el pié de Villatoro se quedó solo ante la desguarnecida portería local pero entre la lentitud en la ejecución del remate y la rapidez de Toledano en cubrir la misma, permitieron que el zaguero local salvara bajo palos el que se daba como gol del empate. Quien no perdonó fue de nuevo Navas que buscó la espalda de la defensa amarilla y tras recibir un pase en profundidad, se plantó solo ante Egea para batirlo. Este gol parecía sentenciar el choque pero no más lejos de la realidad ya que a los veintidós segundos de la reanudación el ariete visitante Paco se aprovechaba de un fallo en la marca para controlar un balón en el área y marcar a la media vuelta. Este gol metía al Palma del Río en el partido que incluso no acusó el quedarse en inferioridad numérica, tras la justa expulsión de José, agarró a Navas cuando encaraba portería estando él como último defensor.
El juego decayó notablemente en este periodo ya que faltaron frescura física e ideas, aún así toco sufrir ya que los visitantes sobre todo en las jugadas a balón parado acumulaban efectivos arriba pero bien es cierto que en el último tercio del partido las ocasiones de gol brillaron por su ausencia. Al final y con más sufrimiento de lo previsto en un principio los tres puntos quedaron en casa.
Villa del Río: Villatoro, Toledano, Alfonso, Valera, Álvaro, Cris, Antoñito, Elena (López min. 55), Navas, Juan Carlos (Jacinto min. 83) y Yedres (Hueto min. 55).
Palma del Río: Egea, Mansilla (Morales min. 78), Crespo, José, Arán (Calonge min. 65), Mochu, Agustín (Antonio min. 65), Víctor (Toni min. 73), Paco, Pinilla y Choped (Santi min. 65).
Árbitro: Blanco Rizos. Expulsó con tarjeta roja directa (min. 54) al visitante José. Amonestó al local Cris y a los visitantes Víctor, Paco, Choped y Antonio.
Goles: 1-0 (min. 1) Navas 2-0 (min. 27) Navas 2-1 (min. 46) Paco.
Incidencias: Unos 150 espectadores en el Polideportivo Municipal de Villa del Río en un partido que se adelantó a la tarde del sábado y que tuvo en la lluvia a una inesperada protagonista.
Partido extraño el que abría de manera oficial el campeonato liguero de Regional Preferente ya que el Villa del Río que pudo lograr una goleada de escándalo en el primer periodo, tras noventa y cuatro minutos de juego terminó pidiendo la hora ante el empuje de un Palma del Río que jugó en inferioridad numérica desde el minuto 9 de la segunda parte.
El partido castigó a los que se retrasaron ya que al primer minuto de juego, un centro de Yedres desde la banda lo aprovecha Navas para marcar de cabeza en semiplancha desde el borde del área chica en un tremendo error de marca de la zaga palmeña. Esta tempranera ventaja dio una necesaria tranquilidad a la escuadra local que con un once lleno de juventud y caras nuevas, se hizo con el control absoluto del juego en este primer periodo. Las ocasiones locales se iban sucediendo pero Antoñito (min. 12) y Navas (min. 14) se toparon con un sensacional Egea.
Pero curiosidades del fútbol, quien tuvo la ocasión más clara fue el palmeño Pinilla (min. 22) que tras una cantada en el despeje con el pié de Villatoro se quedó solo ante la desguarnecida portería local pero entre la lentitud en la ejecución del remate y la rapidez de Toledano en cubrir la misma, permitieron que el zaguero local salvara bajo palos el que se daba como gol del empate. Quien no perdonó fue de nuevo Navas que buscó la espalda de la defensa amarilla y tras recibir un pase en profundidad, se plantó solo ante Egea para batirlo. Este gol parecía sentenciar el choque pero no más lejos de la realidad ya que a los veintidós segundos de la reanudación el ariete visitante Paco se aprovechaba de un fallo en la marca para controlar un balón en el área y marcar a la media vuelta. Este gol metía al Palma del Río en el partido que incluso no acusó el quedarse en inferioridad numérica, tras la justa expulsión de José, agarró a Navas cuando encaraba portería estando él como último defensor.
El juego decayó notablemente en este periodo ya que faltaron frescura física e ideas, aún así toco sufrir ya que los visitantes sobre todo en las jugadas a balón parado acumulaban efectivos arriba pero bien es cierto que en el último tercio del partido las ocasiones de gol brillaron por su ausencia. Al final y con más sufrimiento de lo previsto en un principio los tres puntos quedaron en casa.