Es una pena que en algunas peñas de Andalucía no se apueste por el producto local; que energúmenos se las den de flamencos, entendidos y se las ingenien para utilizar las peñas como cotos privados para el caciquismo. ¡Como si al flamenco se le pudieran poner puertas y cerrojos!.
Desde luego que lo mejor en estas ocasiones es olvidarse de ellos, ignoralos como ellos ignoran a las personas, que inmersas en el arte del flamenco buscan oportunidades para ofrecer a un público el cante, que con gran esfuerzo van cultivando y emocionando a un público que no es de su tierra natal. Esta bien que un artista busque nuevas plazas "donde torear" pero que en la suya propia vea el poco valor que se le da.....
Peñas hermosas por fuera, pero vacias por dentro, de razón, amor por lo nuestro y lógica.
(A.Horcas)
