La producción del autor de El sembrador de la Campiña camina entre lo clásico y lo barroco
El escultor Juan Polo, en su taller. / EFE
EL DÍA03 Noviembre, 2017
El veterano escultor cordobés Juan Polo (Fernán Núñez, 1923), considerado como el último discípulo vivo de Mariano Benlliure, falleció ayer a los 94 años en su localidad natal. Autor de El sembrador de la Campiña, Polo posee una producción artística que camina de lo clásico a lo barroco, en una búsqueda de síntesis de formas, expresión y sentimientos de sus figuras.
La trayectoria de este autor, jalonada de premios y éxitos (entre ellos el Premio Nacional de Escultura Jacinto Higueras), parte del taller madrileño del escultor Mariano Benlliure y la Escuela de Bellas Artes de Sevilla. Su vida ha estado dedicada a la enseñanza y la realización de pequeñas y grandes esculturas, entre ellas sus famosas imágenes religiosas. Además, ha realizado bustos a personalidades como el pintor Pedro Bueno, Ángel Aroca, el gobernador José Marcián (que ejerció en Córdoba en los años 40) o el propio Benlliure, que a su vez también le hizo uno a él. Entre sus temas más recurrentes se encuentran los taurinos, religiosos, desnudos o de labores del campo y entre los materiales sobre los que ha tallado figuran la madera, escayola, barro cocido y bronce, su favorito.
Entre sus obras de imaginería destaca el Crucificado de la promesa, que preside el retablo mayor de la Iglesia de Santa Marina de Fernán Núñez, Jesús Orando en el Huerto o Jesús Resucitado, mientras que pertenecen al realismo obras como El sembrador, El segador, El porrón o Las niñas.