sábado, 11 de agosto de 2018

La temporada de caza se abre con expectativas de mover 18,2 millones


El día 19 será la media veda de cordoniz, paloma y tórtola, esta última al borde de una moratoria. Pese al buen tiempo, las poblaciones cinegéticas son muy irregulares según la especie y zona

 

Dos jóvenes, de cacería , con una pieza ya cobrada. - RUFINO VIVAS

DIARIO CORDOBA

Juan M. Niza
11/08/2018

Las buenas condiciones de lluvia de primavera y el relativamente fresco verano (salvo episodios puntuales como la reciente ola de calor) han favorecido las perspectivas de una temporada de caza que comienza mañana en Córdoba al levantarse la veda para el conejo, y que tiene como reto superar los 18,18 millones de euros que se estima que mueve esta actividad anualmente en Córdoba.

Se trata de unas teóricas buenas perspectivas, hablando en términos muy generales y tras tres veranos desastrosos por las altas temperaturas, que contrastan con la irregularidad según especies y zonas de caza. Por ejemplo, y con el caso inmediato de mañana al levantarse la veda del conejo, con «la paradoja de que haya zonas donde el conejo esté haciendo mucho daño a los cultivos, otras aceptables, como Puente Genil e Iznájar, y otras en donde ha bajado como Montilla, o en las que no existen», resumía ayer Francisco Javier Caro, delegado en Córdoba de la Federación Andaluza de Caza (FAC).

A ello hay que sumar en el aspecto negativo, según una primera estimación de Caro, el descenso muy notable de presencia de tórtola (la media veda comienza el próximo domingo, día 19, junto a cordoniz, palomas y córvidos) y la amenaza de una moratoria impuesta por la UE casi segura para el próximo año, o problemas de poblaciones como la de la cordoniz.

LO BUENO / En la vertiente positiva estaría la propia pujanza del sector cinegético cordobés y la existencia de 33.300 escopetas, una provincia que sigue siendo «un referente para cazadores de otras provincias», recuerda el delegado en Córdoba de la FAC, y, ya cifras generales aparte y centrándose en esta temporada, el citado benigno clima que ha permitido que aumenten densidades de algunas poblaciones.

Ese podría ser el caso de la paloma torcaz, «presente incluso en zonas donde no se les había visto antes», afirma Caro. También son buenas las perspectivas para la caza mayor, cuya temporada específica comenzará en Córdoba el 13 de octubre, además de poderse destacar el permiso para incorporar en esta temporada algunas artes cinegéticas.

SUPERPOBLACIÓN / Respecto a la caza del conejo, que mañana abre la temporada de caza 2018 al levantarse su veda (es el cuarto año consecutivo en el que no habrá media veda de verano, pudiéndose cazar ininterrumpidamente la especie hasta el próximo 25 de noviembre), su situación es más que particular por una presencia que ha descendido o que es casi inexistente en algunas comarcas cordobesas, frente a su carácter casi de plaga en otras zonas de la provincia.

Así, desde hoy se podrá utilizar perros y en los municipios afectados se puede ampliar el periodo hábil hasta el 28 de abril, en jueves, sábados, domingos y festivos. Paralelamente, la Consejería ha suspendido tanto las autorizaciones de control de daños de depredadores (con excepción de perros y gatos asilvestrados) como la suelta y repoblación de conejos silvestres.

Esta reciente resolución publicada en el BOJA se aplicará hasta la finalización de la temporada de caza 2018-2019 y a ella podrán acogerse los titulares de los cotos que tengan incluidos en sus planes técnicos de caza el control de los daños causados por el conejo silvestre en los municipios cordobeses afectados por la orden, concretamente una treintena: Aguilar de la Frontera, Baena, Benamejí, Bujalance, Cabra, Cañete de las Torres, La Carlota, El Carpio, Castro del Río, Encinas Reales, Espejo, Fernán Núñez, Guadalcázar, Lucena, Montalbán, Montemayor, Montilla, Montoro (la zona situada al sur del Guadalquivir), Monturque, Moriles, Nueva Carteya, Palenciana, Pedro Abad, Puente Genil, La Rambla, Santaella, Valenzuela, La Victoria, Villa del Río y Villafranca de Córdoba (al sur del río).

Capítulo aparte, está la incertidumbre creada con la detección de muertes (especialmente en Montalbán-Santaella) de liebres por mixomatosis, una enfermedad que, al menos en el conejo, tiene su pico en verano y que posteriormente pierde virulencia. La enfermedad detectada, aunque inquieta a expertos y responsables, «aún no debe alarmar», explica Francisco Javier Caro, que sin embargo da cuenta de la necesidad de estar atentos a la evolución de la epidemia.