Este villarrense parece no tener límite en el mundo de las artes marciales. Según comenta el propio Muñoz, llegar a un lugar como Mallorca donde nadie te conoce y querer hacerse un hueco en las enseñanzas marciales no es nada fácil. Pero una vez tienes lugar donde impartir las clases y al menos dos alumnos, el recto llega solo cuando empieza a verse el trabajo de 40 años.
Es por eso que ha abierto su segunda escuela en Mallorca; es todo un reto y al día de hoy un logro conseguido para el deportista cordobés.
Es por eso que ha abierto su segunda escuela en Mallorca; es todo un reto y al día de hoy un logro conseguido para el deportista cordobés.