sábado, 8 de diciembre de 2018

Sebastián Montes culmina la restauración de la Inmaculada de La Victoria, una talla anónima del XVII que escondía un importante secreto

REDACCIÓN https://www.gentedepaz.es/

Como es sobradamente conocido por el universo cofrade, la obra del imaginero cordobés Sebastián Montes se complementa con su faceta de restauración cuya impronta se ha dejado notar múltiples intervenciones que se reparten por los cuatro puntos cardinales el universo cofrade.



La última de estas intervenciones acaba de concluir, la restauración a la que ha sometido a la imagen de la Inmaculada Concepción Patrona de la Victoria (Córdoba) qye ha sido entregada tras la intervención este mismo viernes y que, curiosamente, saldrá este sábado en procesión por lss calles de la localidad.

Tal y como el propio Montes a explicado a Gente de Paz la imagen es una talla anónima del XVII, era una imagen de retablo pero en el 1840 la convierten en Inmaculada, le incorporan la nube y la adaptan para poder procesionar, le aplican la actual policromía además de los estofados de los ropajes ya que originalmente el manto estaba completamente plateado y el vestido era azul, todo lo mantiene pero se ha optado por conservar la policromía del 1840. Se desconoce igualmente el autor que la intervino.

La restauración ha consistido en una limpieza íntegra de la talla el saneamiento de todos los daños ocasionados por el tiempo además de incorporarle a la imagen una peana de nueva factura para elevarla. El trabajo de Montes ha propiciado un descubrimiento excepcional ya que en el interior de la imagen se han encontrado numerosos documentos de gran valor para la localidad, en ellos nos hablan de las obras de construcción de la iglesia en 1838.

Sebastián Montes goza de un nombre con sello propio, entre los mejores imagineros de Andalucía, como se demuestra en las exposiciones nacionales de escultura religiosa en las que ha participado. Su obra bien por tener una expresión y fuerza fuera de lo común, o bien por estar bastante lejos de las típicas y anodinas imágenes que secundan titulares de muchas hermandades hace que Sebastián Montes sea reconocido como "el imaginero de la expresión".