J. M. C.
CÓRDOBA. El «fantasma» del último incendio en una vivienda de Moriles, con el resultado de un matrimonio fallecido, ha suscitado serias dudas sobre la posibilidad de que el sistema planteado desde el Ejecutivo andaluz para defender a las provincias contra los incendios urbanos no sea el más seguro o adecuado.
Efectivamente, según aseguró Antonio Navarrete, gerente del Consorcio Provincial de Extinción de Incendios, dependiente de la Diputación, la mayoría de los municipios cordobeses están dentro del «isocrono estipulado por la Junta de no más de 20 minutos por carretera desde cualquier parque de bomberos a los municipios de mil habitantes».
Y son la mayoría, porque no todos ellos cumplen con ese plazo. Así, La Carlota, Iznájar, Rute, Obejo y Villaviciosa se quedan por encima de esos 20 minutos como tiempo de respuesta de los bomberos, si bien en los demás «hemos hecho comprobaciones sobre el terreno de que sí se cumple», abundó el responsable.
Casos pendientes de Peñarroya
El caso de Obejo, que depende del parque de Pozoblanco y están el uno del otro a una distancia de 56 kilómetros, se queda a 45 minutos, mientras que en Villaviciosa, dependiente de Peñarroya, pese a estar a más de 64 kilómetros, el tiempo que se tarda en llegar es de 47 minutos, «debido a que la carretera es mucho mejor y además cuenta muy cerca con un Centro de Defensa Forestal».
Para La Carlota y las otras dos poblaciones de la Subbética, la nueva Ley del Fuego determina que habrá que construir dos nuevos parques, uno en la localidad carloteña y el otro en Rute. Por el momento, el primero de estos centros es el más avanzado, ya que, según Navarrete, «están rematando los planos y, en breve, se licitará la obra». Es más, el presidente del Consorcio, Fernando Expósito, pretende tenerlo acabado para mediados de 2009.
Reparto por parques
De esta forma, el Consorcio contaría con doce parques y prácticamente se daría solución a la totalidad de la provincia, donde sólo se quedaría al margen del Consorcio, de forma voluntaria, ya que se salió, Almodóvar del Río, mientras que la capital cordobesa cuenta con su propio cuerpo de bomberos.
Según el organigrama de los diez parques del Consorcio, a Baena pertenecen los términos de Castro, Nueva Carteya, Luque, Doña Mencía y Zuheros; a Priego corresponden Carcabuey, Fuente Tójar, Almedinilla y Castil del Campo; Lucena se queda con Iznájar, Palenciana, Benamejí, Encinas Reales, Rute, Cabra, Monturque y Moriles; De Montilla son los pueblos de Aguilar, Santaella, Montalbán, Montemayor, La Rambla, Espejo, Fernán Núñez y La Victoria; Puente Genil sólo cubre su comarca; Palma del Río tiene a Hornachuelos, Fuente Carreteros, Fuente Palmera, San Sebastián de los Ballesteros, La Carlota y Guadalcázar; Para Peñarroya son Villaviciosa, Espiel, Villanueva del Rey, Belmez, Fuente Obejuna, La Granjuela y Valsequillo; Hinojosa da cobertura a Villanueva del Duque, Fuente La Lancha, Villaralto y Belalcázar; a Pozoblanco pertenecen Santa Eufemia, El Guijo, El Viso, Dos Torres, Añora, Alcaracejos, Villaharta, Obejo, Algallarín, Villafranca, Adamuz, Villanueva de Córdoba, Conquista, Torrecampo y Pedroche, y, finalmente, Montoro sirve a Cardeña, Villa del Río, Pedro Abad, El Carpio, Bujalance, Cañete y Valenzuela.
El problema es, tanto para Navarrete como para los sindicatos, que esos 20 minutos quizá sean excesivos a la hora de combatir un incendio. De hecho, Alfonso Rosero, presidente de la junta de personal por el CSIF, consideró que «todo lo que no esté a cinco minutos de un parque tienen muchas papeletas de no salvarse».
Con esos 20 minutos de tiempo, «lo que evitamos es que un fuego, especialmente en casos de naves industriales, afecte a todo lo que hay a su alrededor», abundó Navarrete.
Pero en eso es en lo único que coinciden, porque si bien Rosero anima a que los municipios que quieran evitar casos como el de Moriles tengan su propio equipo de bomberos, Navarrete considera que eso es imposible, «máxime cuando el más pequeño de los parques cuesta unos 600.000 euros».
Además, el gerente recordó a los ayuntamientos que cuentan con su propio camión y su equipo de Protección Civil que son meros elementos de apoyo a los bomberos en un fuego, pero no quienes deben apagarlo.
CÓRDOBA. El «fantasma» del último incendio en una vivienda de Moriles, con el resultado de un matrimonio fallecido, ha suscitado serias dudas sobre la posibilidad de que el sistema planteado desde el Ejecutivo andaluz para defender a las provincias contra los incendios urbanos no sea el más seguro o adecuado.
Efectivamente, según aseguró Antonio Navarrete, gerente del Consorcio Provincial de Extinción de Incendios, dependiente de la Diputación, la mayoría de los municipios cordobeses están dentro del «isocrono estipulado por la Junta de no más de 20 minutos por carretera desde cualquier parque de bomberos a los municipios de mil habitantes».
Y son la mayoría, porque no todos ellos cumplen con ese plazo. Así, La Carlota, Iznájar, Rute, Obejo y Villaviciosa se quedan por encima de esos 20 minutos como tiempo de respuesta de los bomberos, si bien en los demás «hemos hecho comprobaciones sobre el terreno de que sí se cumple», abundó el responsable.
Casos pendientes de Peñarroya
El caso de Obejo, que depende del parque de Pozoblanco y están el uno del otro a una distancia de 56 kilómetros, se queda a 45 minutos, mientras que en Villaviciosa, dependiente de Peñarroya, pese a estar a más de 64 kilómetros, el tiempo que se tarda en llegar es de 47 minutos, «debido a que la carretera es mucho mejor y además cuenta muy cerca con un Centro de Defensa Forestal».
Para La Carlota y las otras dos poblaciones de la Subbética, la nueva Ley del Fuego determina que habrá que construir dos nuevos parques, uno en la localidad carloteña y el otro en Rute. Por el momento, el primero de estos centros es el más avanzado, ya que, según Navarrete, «están rematando los planos y, en breve, se licitará la obra». Es más, el presidente del Consorcio, Fernando Expósito, pretende tenerlo acabado para mediados de 2009.
Reparto por parques
De esta forma, el Consorcio contaría con doce parques y prácticamente se daría solución a la totalidad de la provincia, donde sólo se quedaría al margen del Consorcio, de forma voluntaria, ya que se salió, Almodóvar del Río, mientras que la capital cordobesa cuenta con su propio cuerpo de bomberos.
Según el organigrama de los diez parques del Consorcio, a Baena pertenecen los términos de Castro, Nueva Carteya, Luque, Doña Mencía y Zuheros; a Priego corresponden Carcabuey, Fuente Tójar, Almedinilla y Castil del Campo; Lucena se queda con Iznájar, Palenciana, Benamejí, Encinas Reales, Rute, Cabra, Monturque y Moriles; De Montilla son los pueblos de Aguilar, Santaella, Montalbán, Montemayor, La Rambla, Espejo, Fernán Núñez y La Victoria; Puente Genil sólo cubre su comarca; Palma del Río tiene a Hornachuelos, Fuente Carreteros, Fuente Palmera, San Sebastián de los Ballesteros, La Carlota y Guadalcázar; Para Peñarroya son Villaviciosa, Espiel, Villanueva del Rey, Belmez, Fuente Obejuna, La Granjuela y Valsequillo; Hinojosa da cobertura a Villanueva del Duque, Fuente La Lancha, Villaralto y Belalcázar; a Pozoblanco pertenecen Santa Eufemia, El Guijo, El Viso, Dos Torres, Añora, Alcaracejos, Villaharta, Obejo, Algallarín, Villafranca, Adamuz, Villanueva de Córdoba, Conquista, Torrecampo y Pedroche, y, finalmente, Montoro sirve a Cardeña, Villa del Río, Pedro Abad, El Carpio, Bujalance, Cañete y Valenzuela.
El problema es, tanto para Navarrete como para los sindicatos, que esos 20 minutos quizá sean excesivos a la hora de combatir un incendio. De hecho, Alfonso Rosero, presidente de la junta de personal por el CSIF, consideró que «todo lo que no esté a cinco minutos de un parque tienen muchas papeletas de no salvarse».
Con esos 20 minutos de tiempo, «lo que evitamos es que un fuego, especialmente en casos de naves industriales, afecte a todo lo que hay a su alrededor», abundó Navarrete.
Pero en eso es en lo único que coinciden, porque si bien Rosero anima a que los municipios que quieran evitar casos como el de Moriles tengan su propio equipo de bomberos, Navarrete considera que eso es imposible, «máxime cuando el más pequeño de los parques cuesta unos 600.000 euros».
Además, el gerente recordó a los ayuntamientos que cuentan con su propio camión y su equipo de Protección Civil que son meros elementos de apoyo a los bomberos en un fuego, pero no quienes deben apagarlo.