domingo, 12 de diciembre de 2010

La Junta «no garantiza» que no vuelvan las inundaciones si llueve

La Junta «no garantiza» que no vuelvan las inundaciones si llueve
Culpa de lo ocurrido a precipitaciones copiosas y arroyos no
regulados, y defiende que el alivio en los pantanos «no tuvo
correlación» con la riada
A. R. VEGA / CÓRDOBA ABC
Día 11/12/2010 - ROLDÁN SERRANO.

La historia podría volver a repetirse. En poco más de nueve meses, el
Guadalquivir se ha desbordado en dos ocasiones, pero nadie, ni
siquiera quien le compete regularlo, la Agencia Andaluza del Agua,
garantiza que no pueda ocurrir una tercera crecida si llueve en
exceso. «No puedo garantizarlo», remarcó ayer el director provincial
del organismo que controla la cuenca hidrográfica, Luis Rey, quien no
mostró ningún asomo de autocrítica sobre los desembalses realizados en
estos días, pese al chaparrón de reproches que está recibiendo desde
colectivos agrarios, vecinos de las parcelas afectadas y
ayuntamientos.
En una rueda de prensa convocada con carácter urgente, el también
delegado de Medio Ambiente de la Junta recalcó que la gestión de los
embalses ha sido «óptima». «La crecida no tiene ninguna correlación
con el desembalse», defendió, a pesar de que cuando más agua evacuaron
los pantanos cordobeses coincide con los dos días en los que las
precipitaciones fueron más copiosas, entre las ocho de la mañana del
martes y la misma hora del jueves. En los tres días previos, cuando
las predicciones meteorológicas barruntaban la tormenta, el agua
desembalsada no llegó a 24 hectómetros cúbicos en total, según los
cuadros que se actualizan cada día sobre la situación de los pantanos
publicados en la web de la Agencia Andaluza del Agua.
¿Podrían haberse evitado las riadas? La respuesta es «no» para el
responsable andaluz, así como para el gerente del organismo, Rafael
Álvarez, y Joaquín del Campo, uno de los ingenieros responsables del
control de presas. Todos ellos identificaron dos culpables de las
inundaciones que han afectado a parcelas cercanas al aeropuerto,
Alcolea, Alto Guadalquivir, Campiña Sur, Los Pedroches y Guadiato. Por
un lado, unas «precipitaciones totalmente excepcionales», según indicó
Rafael Álvarez. Por otro, «ríos y arroyos no regulados que han
producido las crecidas», pues ese agua «va directamente al río
Guadalquivir», precisó el delegado.
El ingeniero Joaquín del Campo sostuvo que «el efecto de laminación
del embalse ha sido muy positivo, pues vamos soltando agua poco a poco
para que haya el menor efecto posible». Así, a modo de ejemplo, expuso
que en el pantano de Bembézar, que estaba por debajo del 80% de
capacidad el pasado martes, entró un caudal de 1.300 metros cúbicos
por segundo que luego llegó a 2.300, lo que obligó a evacuar 200. Por
su parte, en el Guadalmellato sucedió que entre el miércoles y el
jueves se embalsaron 43 hectómetros cúbicos, un volumen que supera la
capacidad del pantano de Sierra Boyera.
¿No se pudo soltar antes agua en vista de las previsiones
meteorológicas? Luis Rey respondió que «no podemos prever que llueva
mucho», mientras el ingeniero advirtió de que en caso de sequía había
que tener agua almacenada, pues, de lo contrario, también se había
puesto en entredicho la gestión de los embalses.
Traspaso de competencias
Anticipándose a las críticas del alcalde de Córdoba, el delegado
señaló que el traspaso de las competencias de la cuenca de la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir a la Agencia no ha tenido
ningún efecto en la gestión, porque «no han cambiado nada los
protocolos de actuación».
Por último, Rey lanzó un recado para los parcelistas. Les avisó de que
«podrán hacerse defensas en el río y mejoras de encauzamiento», pero
si construyen en zona inundable no podrán evitar que el río reclame
sus escrituras. Dijo que le corresponde al Consistorio resolver su
situación.