Los grandes desembalses se hicieron en 48 horas, en los días de más lluvia Los pantanos evacuaron entre el martes y miércoles 203 hectómetrosLa Agencia del Agua achaca a «una lluvia incontrolable» las inundaciones
A. R. VEGA / CÓRDOBA ABC
Día 10/12/2010 -
Los pantanos cordobeses empezaron a evacuar agua a espuertas entre el martes y el miércoles pasados, cuando las nubes ya estaban descargando con fuerza. En esas decisivas 48 horas —entre las 8.00 horas del martes y las 8.00 del jueves— fue cuando los responsables técnicos de la Agencia Andaluza del Agua dieron instrucciones precisas de abrir varias compuertas y soltar agua en grandes cantidades. Según se desprende de los datos sobre la evolución de los embalses publicados por la Agencia Andaluza del Agua (ver gráfico), en ambos días los doce pantanos que abastecen a la provincia (se excluye el nuevo de La Breña II, que aún está llenándose) evacuaron unos 203 hectómetros cúbicos en total de los 492,6 que habían entrado del martes al miércoles.
El agua desembalsada en 48 horas equivale al 41,2 por ciento de la que entró. En ese momento, la lluvia no sólo era una certeza, sino que dejó buena prueba de su virulencia anegando parcelas colindantes con el aeropuerto y viviendas en Alcolea, la Campiña Sur y el Alto Guadalquivir.
Entre los días 3 y 6 de diciembre, cuando las previsiones meteorológicas barruntaban la tormenta, el volumen de agua aliviada fue prácticamente testimonial: 6,30 hectómetros cúbicos el día 3; 6,15, el sábado 4; el domingo 5 se redujo incluso a 4,77 hectómetros cúbicos, y el lunes 6 se soltaron 13,23 litros, un volumen intrascendente en comparación con los 71,27 hectómetros cúbicos que desecharon los pantanos en las 24 horas transcurridas entre las primeras horas de la mañana del martes al miércoles y los 132,52 que se desembalsaron un día después, cuando las imágenes aéreas captadas mostraban un panorama desalentador, con cientos de casas y naves cubiertas por agua y barro a lo largo de toda la Vega del Guadalquivir y el Genil, que se extendía desde Palma del Río hasta Villafranca, pasando también por Alcolea y urbanizaciones como Guadalvalle o Majaneque. El lunes pasado habían caído una media de 48,86 litros por metro cuadrado, según los datos de pluviometría que recogidos en el gráfico de la Agencia. El martes rebasó los 71,5 litros de media.
Argumentos de la Junta
Desde la Administración autonómica, que tiene la competencia sobre la regulación de la cuenca hidrográfica, se amplía el horizonte temporal del 3 al 9 de diciembre para concluir que los pantanos llegaron a niveles máximos al almacenar 574 hectómetros cúbicos más procedentes principalmente de la lluvia, mientras se evacuaron 194,5, un tercio aproximadamente del agua entrante. Cabe matizar que el mayor desembalse se concentró en apenas días.
Sin embargo, el director provincial de la Agencia Andaluza del Agua y delegado de Medio Ambiente de la Junta en Córdoba, Luis Rey, insistió ayer en que los protocolos de actuación funcionaron a rajatabla y culpa a la intensa lluvia caída de que se hayan repetido las inundaciones de más de nueve meses atrás. «Cuando llueve mucho y va directamente al cauce, es imposible controlarlo», argumentó Rey. El responsable autonómico aseguró que «los desembalses no han producido las inundaciones, sino el agua de la lluvia, que no podemos regular» y que, reitera, ha dejado cortos los pronósticos meteorológicos. Al mismo tiempo, pidió «comprensión» a los vecinos afectados que quieren querellarse contra la Agencia.
Asaja culpa de poca previsión a la Junta
La organización agraria Asaja lamentó ayer que, por segundo año consecutivo, la falta de previsión de la Jutna de Andalucía sea «la causa de graves inundaciones en numerosas explotaciones de la provincia, con sus correspondientes daños a cultivos e infraestructuras agrarias». A través de una nota, Asaja considera que «una pésima gestión y planificación de los desembalses, unida a la falta de una red de embalses adaptada a las circunstancias actuales, es el principal motivo de la consecuente subida desmedida del caudal». Esta organización recordó que la Junta debe controlar los ríos y laminar las avenidas para evitar este tipo de desastres.