El médico y senador repasa las tradiciones populares villarrenses
Rafael Castro
03/09/2018
El médico y senador del PP Jesús Aguirre fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a las fiestas de Nuestra Señora de la Estrella Coronada, patrona de Villa del Río. Ante la mirada atenta de decenas de personas, el pregonero fue desgranando, en el atrio de la ermita, junto a la imagen de la patrona villarrense, cada uno de los momentos que más le han cautivado en esta localidad, así como de las vivencias, las emociones y las amistades que guardan de su paso como médico de familia y político. En primer lugar, durante tres minutos, invocó a la Estrella desde el corazón y con el máximo sentimiento, con una hermosa oración, que concluyó con la ovación de los asistentes. Recordó a Pedro Bueno, «con su pastorcito divino», así como angelotes de Ginés Liébana. Le acompañó, junto al altar, su hermano Juan José, obispo de Bangassou, a quien le dedicó también unas emotivas palabras.
En una noche mágica del crepúsculo estival, Jesús Aguirre compartió la devoción a la Virgen María bajo la advocación de la Virgen de la Estrella, manifestando el interés de sus antecesores en este atril, enriqueciéndose con sus palabras y sentimientos. Se refirió a Miguel Rodríguez Cachinero, Jacinto Mañas, Rafael Agüera, José Gómez, Ginés Delgado, María del Carmen Calleja, Juan García Lope o Carlos Clémentson, «de los que he aprendido mucho de la advocación a la Virgen de la Estrella, y de la historia de la patrona, con los segadores de Bujalance allá por el 8 de septiembre de 1495, «en un espeso zarzal, en una fuente en Monte Real, en el Humilladero, viendo el resurgir de la Virgen de la Estrella, estrella de ocho puntas, como diría José Luis Lope y López de Rego». Aguirre también recordó de forma a sus ancestros villarrenses, «quienes nos han transmitido sus vivencias, como mi abuelo, Juan Muñoz Gaitán, mis abuelas, y, por supuesto, a mis tíos ya fallecidos, que vivieron intensamente Villa del Río, la Virgen de la Estrella y las tradiciones seculares de nuestro pueblo», concluyendo que «una forma de mantenernos con vida es a través de la oración.
Rafael Castro
03/09/2018
El médico y senador del PP Jesús Aguirre fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a las fiestas de Nuestra Señora de la Estrella Coronada, patrona de Villa del Río. Ante la mirada atenta de decenas de personas, el pregonero fue desgranando, en el atrio de la ermita, junto a la imagen de la patrona villarrense, cada uno de los momentos que más le han cautivado en esta localidad, así como de las vivencias, las emociones y las amistades que guardan de su paso como médico de familia y político. En primer lugar, durante tres minutos, invocó a la Estrella desde el corazón y con el máximo sentimiento, con una hermosa oración, que concluyó con la ovación de los asistentes. Recordó a Pedro Bueno, «con su pastorcito divino», así como angelotes de Ginés Liébana. Le acompañó, junto al altar, su hermano Juan José, obispo de Bangassou, a quien le dedicó también unas emotivas palabras.
En una noche mágica del crepúsculo estival, Jesús Aguirre compartió la devoción a la Virgen María bajo la advocación de la Virgen de la Estrella, manifestando el interés de sus antecesores en este atril, enriqueciéndose con sus palabras y sentimientos. Se refirió a Miguel Rodríguez Cachinero, Jacinto Mañas, Rafael Agüera, José Gómez, Ginés Delgado, María del Carmen Calleja, Juan García Lope o Carlos Clémentson, «de los que he aprendido mucho de la advocación a la Virgen de la Estrella, y de la historia de la patrona, con los segadores de Bujalance allá por el 8 de septiembre de 1495, «en un espeso zarzal, en una fuente en Monte Real, en el Humilladero, viendo el resurgir de la Virgen de la Estrella, estrella de ocho puntas, como diría José Luis Lope y López de Rego». Aguirre también recordó de forma a sus ancestros villarrenses, «quienes nos han transmitido sus vivencias, como mi abuelo, Juan Muñoz Gaitán, mis abuelas, y, por supuesto, a mis tíos ya fallecidos, que vivieron intensamente Villa del Río, la Virgen de la Estrella y las tradiciones seculares de nuestro pueblo», concluyendo que «una forma de mantenernos con vida es a través de la oración.
